José Manuel Olivares: "Debemos ser atractivos para captar especialistas y a la vez empoderar a otras categorías"

El nuevo director médico del área sanitaria viene dispuesto a escuchar, a dialogar y a buscar mejoras dentro del equipo que lidera Javier Puente y del que pasó a formar parte esta misma semana. El psiquiatra José Manuel Olivares ejerció como jefe de Salud Mental del área viguesa durante la última década y aceptó el reto de convertirse en el número dos del organigrama que rige los destinos de la sanidad pública viguesa.

¿Por qué aceptó el puesto?

Mi respuesta corta es que me lo pidieron, me sorprendió, me lo pensé, consulté, lo repensé y al final dije ¿por qué no?.

¿Cómo lo afronta?

Con la ilusión de hacer las cosas bien. Siempre he trabajado en la pública, nunca he tenido ninguna aventura de otro tipo, y mi interés ha sido siempre que la sanidad pública funcione de la mejor manera posible. Me dieron la oportunidad de estar en un sitio donde puedes contribuir más, así que intentaré hacerlo bien y estar a la altura.

Da la sensación de que los jefes de servicio hospitalario están de moda, es el caso también del conselleiro. ¿A qué se debe?

Todos los que formamos parte del sistema sanitario tenemos perspectivas diferentes. Durante un tiempo se han manejado unas y ahora se introducen otras. Yo creo que los jefes de servicio, sin desmerecer a nadie, ni que tenga que ser una cosa o la otra, es interesante que se impliquen en la gestión con otros estamentos. Desde una jefatura de servicio tan extensa como Psiquiatría, que estamos en Primaria, en los tres hospitales del área y en contacto continuo con Educación, Xustiza o Política Social, somos muy transversales y esto también lo es. Trabajar en equipo para un psiquiatra es lo normal.

Lleva pocos días en el cargo, ¿tiene algún proyecto a corto plazo?

A corto plazo quiero enterarme bien de todas las cosas, hay mucha gente a la que no conozco aquí y en la Consellería. Necesito escuchar los problemas y dificultades que tienen Primaria, Enfermería, Farmacia y las distintas categorías profesionales y ver qué soluciones proponen primero las personas implicadas, qué soluciones reclaman los pacientes y qué puede hacer la Administración. Yo formo parte de una Consellería y de una Gerencia que tienen su estrategia y tengo que encajar ahí.

Los pacientes se quejan de la demora para tener cita en el centro de salud. ¿Cómo se puede mejorar?

Lo primero que tenemos que entender todos, incluida la población, es la situación en la que nos encontramos. Es una situación que nunca tuvimos, en la cual es difícil contratar a médicos y enfermeras. Mientras no se habiliten soluciones para eso, que no dependen de la dirección y muchas veces ni siquiera del Sergas, tenemos que buscar alternativas, a veces a costa de incomodidades para los pacientes que tienen que desplazarse un poco más lejos, a lo mejor hay que juntar equipos, delegar funciones en otras categorías profesionales que están muy preparadas. Las enfermeras de ahora no son como las de hace 35 años, hay que empoderar a las categorías profesionales en todo aquello que saben y pueden hacer. Cuando trabajé en Inglaterra me llamaba la atención el papel tan relevante del trabajador social y la enfermería en cosas que en aquel momento en España hacía el psiquiatra. Aquellos modelos se han ido extendiendo a España y a otras especialidades. También debemos aprovechar más las nuevas tecnologías, son una revolución como fue la aparición de la máquina de vapor hace más de dos siglos, hay infinidad de cosas que son aplicables ya y que pueden ser económicamente rentables.

¿Qué opina de las críticas por la concentración de pediatría en el centro de salud Olimpia Valencia?

Cualquier cambio siempre supone un problema, por lo menos para un grupo de gente. Está en la naturaleza humana. Pero si el cambio es positivo y se consigue hacer bien, la gente que estaba en contra se mostrará a favor. Eso lo he vivido muchas veces y confío en que sea así. De todos modos, las cosas nunca deben ser maximalistas, es esto y punto. Hay que ver luego cómo funciona, qué problemas aparecen y ver si en algún caso hay que dar marcha adelante o marcha atrás. Hay que escuchar, dialogar y ver qué cosas son factibles y cuáles son imposibles.

Urgencias también sufre los problemas de Primaria, con muchos pacientes con patología banal.

Tiene que haber una concienciación de abajo arriba, de la propia sociedad, de la limitación de cualquier sistema. La parte que nos toca a nosotros es priorizar y administrar las cosas. Por supuesto siempre pensando en que aquello en lo que estamos cortos tiene que crecer, pero a veces el problema no es crecer, sino clasificar bien lo que debe tratarse de esta manera o de esta otra, o no debe tratarse.

¿Cómo pueden mejorar las listas de espera?

En este momento hay limitaciones de contratación de personal. Se están formando residentes en distintas especialidades y hay que pensar en cómo retenerlos. El sistema público invierte mucho dinero y esfuerzo en formar especialistas y de alguna manera debemos devolverle a la sociedad lo que nos ha dado. También el sistema tiene que ser capaz de crear unas condiciones atractivas para que quieran quedarse, porque otros países van a intentar captar ese talento. Tenemos la responsabilidad de hacerlo atractivo para que la sanidad pública sea lo mejor que le puede pasar a un médico, a una enfermera o a un farmacéutico.

El Cunqueiro abrirá un nuevo hospital de día. ¿Debe crecer la atención ambulatoria?

Para cualquier persona estar ingresado es incómodo aunque sea en un hotel de cinco estrellas. Si se puede hacer lo mismo viniendo unos días a la semana van a preferir que no les ingresen. Creo incluso que la hospitalización a domicilio, para la que tenemos un equipo estupendo, tiene que crecer. Tenemos muchas cosas que trabajar, que son humanizar la medicina, no todo es el hospital.

“En el debate de Medicina hay que pensar en los alumnos”

¿Qué opina sobre el debate de la facultad de Medicina?

Mi postura está centrada en el alumno. Mi propia hija que es médico (Complutense) y está de residente en Madrid, hizo practicamente toda la carrera en el hospital y salió mucho más médico y mejor formada de lo que yo salí. Entiendo que un hospital y un área como esta tiene capacidad para formar alumnos. Todo el debate de si montamos una facultad que ponga Vigo o Santiago, o que te haga catedrático, me parece hablar de otras cosas que no son los alumnos. En esa posición creo que estamos la mayoría de los médicos aquí en Vigo. Vamos a ver cómo van estas conversaciones sobre la descentralización, que seamos capaces de ir formando más tiempo a los alumnos en el hospital, poner un límite de tiempo a estas conversaciones y si no se llega a un acuerdo nos plantearíamos una facultad, pero no un edificio como en el siglo XIX, la facultad tiene que ser el hospital.

¿Qué queda por hacer en Psiquiatría?

Se hizo muchísimo pero no lo suficiente, hay cosas en marcha y otras que se tendrán que hacer para responder a nuevos retos. Existe el compromiso de asumir progresivamente la red de atención a drogodependencias, además de incrementar la edad de salud mental infanto-juvenil incluso diferenciando por procesos y dependiendo de las patologías ir más allá de los 18 años. También está la implantación de la psicología de enlace en Primaria, seguir haciendo unidades específicas como la unidad de prevención del suicidio y la de primeros episodios psicóticos, que tendrán que crecer, una unidad de depresión de resistentes, probablemente en el futuro una unidad de trastornos bipolares, una unidad de trastonos de personalidad. Atendemos cosas muy diferentes que cada vez requieren más especialización.

¿Seguirá en la investigación?

Hay proyectos en marcha en los que tengo que seguir. En estos años creamos equipos y hay gente muy preparada para asumir el relevo.