Joglars juegan a hacer teatro en Vigo como “niños tiranos”

nnn Sátira, imaginación y mucho teatro es lo que ofrece Joglars con su obra "VIP" (Very Important Person) que hoy representan por segundo día consecutivo en Vigo y el domingo, en Pontevedra. "Es una reflexión sobre el tratamiento actual que se le da a la infancia", apuntó el director e intérprete, Ramón Fontserè ayer en comparecencia ante los medios. Pese a que los actores contaron con la asesoría de pedagogos y maestros, Fontserè aclara que "esta no es una obra con una finalidad didáctica, pretendemos crear una reflexión en el público sobre la situación de péndulo en la educación a los niños que ha llevado a crear pequeños tiranos, y si además contribuimos a solucionar en algo la situación, mejor".

Sobre el escenario, el grupo con 53 años a sus espaldas, despliega un juego de actores, con multitud de personajes en una escenografía muy austera que reproduce localizaciones tan variadas como una placenta, el despacho del director o un parque infantil. La sobriedad es una máxima en Joglars, tal y como recuerda Fontserè: "La idea es expresar con lo mínimo lo máximo, porque para hiperrealismo ya está el cine; en el teatro, el verdadero rey es el actor que mantiene un coloquio con el espectador, haciéndolo entrar en el juego". Busca la empatía con el público, que en muchas ocasiones se reconoce en las escenas: "Salen del auditorio hablando del tema porque representamos al niño consentido en su rutina".

Usan un lenguaje por veces ritualista y ceremonial, y por veces, expresionista, según la realidad que quieran retratar: "No se trata de parodiar al niño, no hay un empeño en convertirse en un crío sobre el escenario, por lo que el papel se crea a base de toques característicos", dice Fontserè, que se mete en la piel del pequeño tirano. Lo acompañan otros cuatro actores, que cambian de personaje (padres, profesionales o niños) en cuestión de minutos con tan solo una pequeña caracterización como una peluca o una prenda de vestir, as veces delante del público: "La transformación y los efectos catárticos son la esencia del juego teatral", insiste el director catalán.

Joglars recomiendan la obra para ir a verla en familia. "Los niños no se sienten identificados porque al estar tratada con sentido del humor ofrece un distanciamiento; los adultos sí que reconocen y en más de una ocasión ha habido sonrojos". La compañía catalana es una habitual en la cartelera anual de Afundación y cuentan con un público fiel.

Ayer, los cinco "joglars" se preparaban a disfrutar de la ciudad, "comer y beber, que aquí lo sabéis hacer muy bien", afirmaron. Como asignatura pendiente, reconocen tener una visita a Cíes, "a ver si podemos este sábado (mañana)".n