La huelga de radiólogos deja ya unas 2.000 pruebas suspendidas en Vigo

La huelga que desde hace 17 días mantienen los radiólogos del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo obligó hasta ahora a suspender 2.000 pruebas radiológicas, una cifra que a final de mes habrá alcanzado el volumen equivalente al trabajo que realiza un radiólogo en todo el año a pesar de que las reivindicaciones del colectivo profesional no son económicas sino de refuerzo de personal para garantizar el mantenimiento de la calidad asistencial.

El comité de huelga rechazó la oferta presentada el día 21 por el Servicio Galego de Saúde (Sergas), que suponía la incorporación de un tercer radiólogo con presencia física únicamente los lunes y los días sin residentes de tercer y cuarto año, así como un refuerzo parcial de las guardias de martes a viernes hasta las 22 horas, por entender que no responde de forma efectiva a la carga asistencial que se afronta a diario en las guardias, y en su ánimo constructivo presentará a la Xunta una contrapropuesta que pondría fin a la huelga.

Al mismo tiempo, los facultativos dirigieron una carta a la ciudadanía para explicar los motivos de unos paros cuya motivación no es económica sino estrictamente asistencial “porque nos preocupan -aseguran- tanto las pruebas radiológicas que se dejan de hacer como la pérdida de calidad diagnóstica y de seguridad clínica en contextos de sobrecarga, especialmente en las urgencias hospitalarias”.

Los radiólogos del Hospital Álvaro Cunqueiro recuerdan que los residentes de tercer y cuarto curso son profesionales en formación que pueden requerir supervisión por parte de un facultativo especialista y que no pueden asumir de forma autónoma todas las responsabilidades propias de un especialista, y menos aún en un servicio d urgencias con elevada complejidad diagnóstica.

A mayores, la propuesta de la Xunta planteaba únicamente una solución efectiva para los lunes, mientras que la sobrecarga de trabajo es constante durante todos los días de la semana, incluidos los sábados y domingos, por lo que los facultativos llevan cinco años reclamando un tercer radiólogo de guardia.

Los facultativos expresan también en una carta abierta dirigida a la ciudadanía su preocupación “por el creciente proceso de externalización de estudios radiológicos a centros privados o concertados, lo que alimenta el temor a una progresiva privatización del servicio público de radiología”.