El Hospital Ribera Povisa acumula pérdidas de cerca de 35 millones de euros

El centro concertado obtuvo este año sus primeras ganancias en una década, gracias al “rescate” del Sergas con ayudas y un concierto. Los beneficios serán para cubrir deuda

El 73% del negocio del hospital Ribera Povisa corresponde al servicio que presta al Sergas.
El 73% del negocio del hospital Ribera Povisa corresponde al servicio que presta al Sergas.

El Hospital Ribera Povisa acumula pérdidas de 34,5 millones de euros desde 2014, el año en el que había entrado en vigor el anterior concierto firmado con el Sergas para atender entonces a 135.000 personas, porque la sanidad pública viguesa no es capaz de absorber a toda la población del área. El centro concertado presentó balances con números rojos año tras año hasta que en 2024 se obró el milagro, con sus primeras ganancias, 613.300 euros, que irremediablemente se emplearán en paliar los resultados negativos de ejercicios anteriores. El año anterior, en 2023, el hospital había tenido pérdidas de 2,4 millones de euros.

Este cambio de rumbo se produce sobre todo por el “rescate” facilitado por su principal cliente, el Sergas, que representa el 73% del negocio del hospital y que en los últimos años aportó cantidades que estaban fuera del acuerdo firmado en 2014 para garantizar el equilibrio de la empresa. Solo en el año 2023, cuando se firmó la primera prórroga del anterior concierto, el Sergas pagó a Povisa una “compensación económica para minorar las pérdidas” de 5,8 millones de euros porque “las condiciones del concierto no eran económicamente viables para la sociedad”. A lo largo de estos años hubo otros pagos del Sergas a los que se dio escasa o nula publicidad.

Otro ejemplo de esa mejora económica es el canon que paga el Sergas al centro concertado. En 2019 atender a 135.000 pacientes costaba 78 millones de euros a las arcas autonómicas y este año, tras la fuga paulatina de pacientes al Cunqueiro y cuando Povisa se ha quedado con unas 112.000 personas, la Xunta paga unos 97 millones al año.

La cifra de negocios de Povisa se situó en 122,4 millones de euros el año pasado, un 4% más que el año anterior. De esta cantidad, 89 millones de euros corresponden al concierto con el Sergas y el resto, 33 millones, proceden de la atención asistencial a particulares y seguros. Con respecto a 2023, el negocio con el Sergas aumentó en 3,4 millones, pero también el negocio con los privados (1,1 millones más).

Por otro lado, el hospital todavía no cumple con los plazos de la ley que estableció medidas de lucha contra la morosidad en las operaciones comerciales. El periodo medio de pago a proveedores de Povisa es de 91 días y venía de los 105 días de demora en el año 2023. La empresa aspira a cumplir los plazos este año. Solo el 16% de las facturas se pagaron en un plazo inferior a 61 días, tal como exige la legislación vigente.

El pasivo corriente (deudas y obligaciones financieras que debe pagar a corto plazo) fue de 53 millones el año pasado, de los que 22 millones son deudas con empresas del grupo y 22 millones son acreedores comerciales. En este apartado figuran también 4,4 millones de euros que Povisa debe a los trabajadores (pagas extraordinarias, remuneraciones por productividad y cumplimiento de objetivos).

La anterior consejera fue cesada por “incumplimiento muy grave”

Cuando todavía se habla del último consejero delegado de Ribera Salud, Pablo Gallart, apartado del cargo por unas grabaciones en las que proponía aumentar las listas de espera del Hospital de Torrejón para aumentar los ingresos de la empresa, también se hizo público estos días que el cese de su antecesora, Elisa Tarazona, se produjo por “un incumplimiento muy grave de sus deberes fiduciarios como consejera”.

El grupo francés Vivalto Santé, propietario de Ribera Salud y por tanto de Povisa, decidió el cese de Elisa Tarazona en mayo de este año “tras conocer detgerminados hechos llevados a cabo por su parte y que son constitutivos de un incumplimiento muy grave de sus deberes fiduciarios como consejera”. En la misma fecha también cesaba al presidente y fundador del grupo, Alberto De Rosa. Vivalto Santé anunció esta medida sorprendente en un comunicado enviados a los medios de comunicación el 22 de mayo, pero sin explicar los motivos.

Tarazona y De Rosa viajaron a Vigo en enero de 2020 para explicar sus planes para Povisa, tras la compra del hospital vigués en octubre de 2019 por parte de Ribera Salud, que por entonces estaba en manos de un gigante de los seguros norteamericano Centene.

El hospital concertado cuenta con una plantilla de 1.536 trabajadores, muchos de ellos profesionales de reconocido prestigio. Las vicisitudes de los últimos años, con cambios en la propiedad del hospital, pérdidas y malestar, provocaron una fuga masiva de médicos, algunos de ellos jefes de servicio con largas trayectorias, enfermeras y también de pacientes. Los profesionales sanitarios se fueron a los hospitales del Sergas, que convocó plazas en los últimos años, o a otros hospitales privados que hicieron mejores ofertas. En cuanto a los pacientes, se estima que se fueron más de 23.000 en la última década.

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