Las hogueras ardieron en Vigo por San Juan, pero de menor tamaño

La noche más corta del año, la de San Juan, se volvió a celebrar con el fuego purificador, que este año estuvo más controlado que nunca. La nueva normativa de la Xunta extremó la seguridad, reduciendo el tamaño de las hogueras y aumentando la distancia a las casas. Esto afectó, sobre todo, a la del Casco Vello y a la de Bouzas. En O Berbés, adquirió mayor protagonismo el espectáculo previo, a modo de “akelarre”, donde las brujas y los machos cabríos, se preparan para la entrada del verano. Como manda la tradición hubo fuego, pero también agua, los dos elementos más poderosos. Los gaiteiros fueron los encargados de amenizar la jornada.

Aunque la reina del menú fue la sardina, también se sirvió choripán, una propuesta gastronómica que se repitió en otras hogueras.

En Bouzas cambiaron de ubicación. Tras la negativa de la Autoridad Portuaria de ceder el terreno habitual y después de cancelar la del año pasado, ayer lució un pequeño fuego en Eduardo Cabello, donde además de sardina se pudo comer churrasco.

En total fueron 25 las hogueras que ardieron con el inicio del verano. En los barrios se unieron la del parque García Picher, organizada por As da Industria; Vigo novo fue el encargado de organizar la de Navia; As da Bouza, la de Coia y la asociación de Val do Fragoso organizó la fiesta del socio con hoguera en Balaídos. En Teis, con conjuro de la queimada incluido, la fiesta monotemática estuvo dedicada a Tanxugueiras. La Miñoca se quedó sin hoguera, pero no sin sardinas.

No faltaron a la fiesta las parroquias de Alcabre, Bembrive, Matamá, Saiáns, Coruxo, Candeán, Cabral o Valadares.

Desde el concello también dieron permiso a la organización de hogueras a nivel particular, en asociaciones.