El Halo cumple un año de éxito y premios

“El Halo superó todas las expectativas posibles, ya es una calle más de la ciudad y presta un servicio inestimable a miles de personas”. Así defendía ayer el alcalde de Vigo una infraestructura que cambió por completo la comunicación entre dos zonas de la ciudad y que se ha convertido en un hito dentro del espacio urbano vigués. 

El Halo cumplió ayer un año de vida y la ocasión se celebró con una tarta. Caballero fue el encargado de soplar la vela, acompañado de cinco concejales del gobierno municipal, que se desplazaron a la plaza de Vialia a las doce del mediodía. “Envejece muy bien, porque está fantástico y durará muchos años”, subrayó.

Los dos ascensores del Halo realizan 1.500 viajes al día y en un año transportaron a 4,5 millones de personas, según las cifras que maneja el Concello de Vigo. Es también un gran mirador hacia la Ría y es una obra arquitectónica que hasta el momento cosechó cinco premios. 

Caballero felicitó especialmente a la concejala de Urbanismo, María José Caride, y al concejal de Fomento, Javier Pardo, por llevar el peso de un proyecto que “está recibiendo reconocimientos en todo el mundo”. 

También dijo que el Halo hay que ponerlo en un contexto del que forman parte la nueva estación intermodal de la ciudad, Vialia y la plaza pública que se creó en superficie de medio kilómetro de largo y que ya está en manos del Concello.

La renovación de este espacio urbano también incluyó la construcción de dos túneles, ya en funcionamiento, uno que parte desde la calle Lepanto hacia la AP-9 y otro que conecta la autopista (en dirección a Vigo) con el aparcamiento de este centro comercial de tal forma que evita la entrada de vehículos en el centro y descongestiona el tráfico. 

Para el alcalde, estas obras representan “la nueva forma de entender la ciudad” y permitieron crear espacios de uso público en una zona en la que no existían. 

La torre de los ascensores del Halo está situada en la calle Serafín Avendaño y facilita la conexiones entre las calles García Barbón, Rosalía Castro o Areal con otras calles, situadas 50 metros más arriba, como Vía Norte y Urzaiz. Dos zonas con unos 40.000 vecinos cada una, que salvan esta altura con los ascensores, verdaderas “calles verticales”. La estructura mide 55 metros de alto y la pasarela peatonal en forma de círculo tiene un diámetro de unos cien metros. “Aquí en el medio cabe un estadio de fútbol”, indicó para explicar su tamaño.

A la pregunta de si considera que es la obra más importante de su mandato, el regidor asegura que “todas las obras que hicimos son importantes” y añade que “cuando pones un banco delante de una casa y lo usan un señor o una señora, es maravilloso, es importantísimo para ellos”.

Cinco premios

La nueva infraestructura ya ha conseguido el reconocimiento internacional, porque acumula cinco premios y se sigue presentando a distintos concursos. El último galardón por el que compite es el Premio Acueducto de Segovia, que organiza bianualmente por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y la Fundación Caminos de España. Ferrovial presentó la candidatura, pero todavía no se conoce el resultado. En concreto, el Halo logró un primer premio en el Loop Design Awards 2021 que se recogió en Lisboa. Además, el año pasado recibieron otras cuatro distinciones: el Premio Porcelanosa al proyecto más innovador entregado en Madrid, el AMP 2024-The Architecture Master Prize que se recogió en Los Ángeles, el Archilover Magacine fallado en Italia y de nuevo el Loope Design Awards 2024 cuya gala se celebró en Lisboa.

Es una de las piezas del Vigo Vertical, con muchas otras rampas y ascensores en la ciudad, que también obtuvieron distintos reconocimientos por mejorar la accesibilidad en una ciudad llena de cuestas y desniveles.