La Gioconda de los microscopios

vigo

El Concello busca un lugar para exponer una pieza única del padre de la Microbiología

r.s.vigo rsuarez@atlantico.net

Publicado: 16 jul 2015 - 02:41 Actualizado: 17 jul 2015 - 02:41

Briand Ford muestra al alcalde el microscopio, con Carlos Font y Tomás Camacho.
Briand Ford muestra al alcalde el microscopio, con Carlos Font y Tomás Camacho.

Uno de los microscopios que usó hace 300 años el padre de la Microbiología, Antony Van Leeuwenhoek, para ver por primera vez en la historia un parásito o una bacteria se encuentra actualmente en Vigo y se expondrá al público en una sede que ya se comprometió a buscar el alcalde, Abel Caballero. Estos es así gracias a un vigués, Tomás Camacho, el director médico del laboratorio Lema&Bandín-Grupo Vithas, que logró hacerse con esta pieza única en eBay.

Actualmente existen diez microscopios similares en todo el mundo, ocho de ellos en instituciones públicas y dos en manos privadas, pero el único que se sometió a pruebas del siglo XXI para confirmar su autenticidad fue el de Tomás Camacho y se cree que alguno de los otros nueve podrían ser falsos.

Este pequeño instrumento viajará en septiembre a París para participar en una exposición de la Unesco y este año tiene también visitas concertadas a centros públicos de Estados Unidos y Holanda, para finalmente regresar a Vigo.

Se quedará en vigo

Pero la mayor ilusión de Tomás Camacho es que Vigo encuentre un sitio adecuado, tanto por sus condiciones de seguridad como de humedad, para albergar esta joya de la ciencia. Ayer acudió con el microscopio al Concello de Vigo, acompañado del profesor Briand Ford, uno de los mayores expertos del mundo en la vida y hallazgos de Leeuwenhoek.Fue su equipo el que verificó la autenticidad del microscopio durante 4 meses en Reino Unido, un trabajo en el que también colaboraron expertos de Estados Unidos. Ayer mostraba en Vigo la emoción que supuso para él tener en sus manos esta pieza y contó que con 16 años le había dicho bromeando a su profesor que le gustaría descubrir algún día uno de los microscopios del padre de la Microbiología. Sesenta años después pudo hacer realidad ese sueño. "Es demasiado para mi corazón", dijo ayer bromeando.

La historia de este microscopio no acaba aquí, puesto que Tomás Camacho también tiene una historia que podría ser utilizada como guión de cine. Relata que encontró la pieza en eBay y que su dueño la vendía como un instrumento de pintura, pero él la reconoció al instante y sin dudarlo un segundo la compró.

El dueño, que la había encontrado enterrada en un parque, empezó después a recibir numerosas ofertas y quiso deshacer la compra, pero el vigués contrató a un equipo de abogados de Londres y emprendió un litigio que duró dos meses y terminó con final feliz.

No era una cuestión menor, puesto que el último microscopio de estas características se había puesto a la venta en una subasta celebrada en Christie"s en el año 2009 y se terminó adjudicando por la suma de medio millón de dólares.

Tomás Camacho es probablemente uno de los mayores coleccionistas de microscopios del mundo. Inició esta afición en el año 2000 cuando le regalaron el primero durante una estancia en la Universidad de Harvard y buena parte de su colección la albergó en la Real Academia de Medicina.

Contenido patrocinado

stats