Dos generaciones de ilustradores unidas por la pasión al cómic
Cultura
Fran Jaraba, su hija Alicia Jaraba y su yerno Víctor L. Pinel viajan de Vigo a la feria francesa de Saint-Malo con sus libros bajo el brazo
Su vida está marcada por la ilustración y el mundo del cómic al que Alicia Jaraba y Víctor L. Pinel se dedican profesionalmente, vendiendo en el mercado belga-francés, uno de los más potentes del mundo. Ambos comparten vida, oficio y pasión que comenzó ya en su infancia. “Soy del 88 y coincidió con el boom del manga en Europa, recuerdo ‘Bola del dragón’ o algún clásico como ‘Tintín’ o ‘Mortadelo y Filemón’. Siempre tuve claro que quería contar historias, mi hermano mayor también dibujaba y me fue abriendo el camino”, explica Pinel.
En sus cuatro primeros títulos, ‘Taller’, ‘Casa de la playa’, ‘Inmersión’ y ‘Hacen falta hombres’, trabajó con escritores, iluminando sus textos. En su última obra, ‘Piezas’, asume el guión y las ilustraciones. “La imagen siempre tiene que aportar algo más, no se puede repetir de forma visual lo dicho en palabras, debe complementarse. Es lo que distingue al cómic de la novela clásica. Lo que aportamos debe ser diferente”.
Prefiere el proceso digital y busca el equilibrio entre las imágenes naturalistas con un estilo de narrar europeo con puntos manga muy sutil e historias ambientadas en el presente.
En el escritorio contiguo, Alicia Jaraba se interesa por el dibujo tradicional al estilo de Panaccione o Benjamin Flao. Con cuatro publicaciones ilustrando para otros autores, publicó su primer libro con texto propio hace dos años, ‘Soy la Malinche’ y acaba de sacar un segundo título, ‘Lejos’. “Al trabajar para otros es menos personal, no contaba mis propias historias, como dibujante de narraciones intento aportar lo que puedo. Fue una manera de aprender a manejar el lenguaje secuencial, pero no me interesa, en cuanto pude presenté mi propia historia”.
Con un estilo abierto, le gusta que haya un grado de realismo en los fondos, mientras sus personajes son más cartoon. El color acentúa las emociones y busca la belleza en cada viñeta.
Como a su compañero, le gusta trabajar de forma continua el guión, el storyboard y “luego pasar a limpio”, entintando y coloreando.
Heredó el gusto por la ilustración de su padre, Fran Jaraba, que a diferencia de la nueva generación, no se dedicaba exclusivamente a la ilustración. Ahora, profesor jubilado, acaba de publicar su tercer cómic, ‘Rosario Goya’, ambientado en 1828. “Donde me siento más cómodo es con el estilo realista en contextos históricos”, afirma. Una trilogía ambientada en la guerra de Cuba, en 1896 fue su primera apuesta y la ‘División Azul’, en 1941 fue su segunda aventura con la que consiguió hacerse un hueco en el mercado brasileño. No publicó en Francia, pero también viajará este fin de semana a Saint-Malo con su hija y su yerno para conocer las novedades del sector.
“Para hacerse un hueco en Francia hay que recibir muchos portazos en las narices, armarse de paciencia y sufrir muchas frustraciones, fueron muchos años de lucha, pero mereció la pena. Ni en Galicia, ni en España se puede vivir exclusivamente de esto, no hay tiradas grandes, ni mercado”, afirma Alicia Jaraba, que desde Vigo firma, al igual que Víctor L. Pinel, historietas que comparten espacio con clásicos como Tintín o Asterix y Obelix.
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