La Fiscalía advierte miedo en las contradicciones de algunos testigos

El Ministerio Público mantiene la petición de 5 y 10 años y la defensa niega que existan pruebas de cargo

El fiscal elevó a definitivas las conclusiones y reiteró su solicitud de cinco años para Miguel Nicolás, y de 10 años para Telmo Varela, supuestos autores del ataque con un artefacto incendiario las oficinas del INEM de Coia en diciembre del 2010. Asimismo, les aplica el agravante de disfraz y, en el caso del que fuera secretario comarca de la CUT, el de reincidencia al haber estado ya condenado.

redacción. VIGO.

Publicado: 07 feb 2013 - 08:05 Actualizado: 10 feb 2014 - 12:47

Miguel Nicolás, en primer plano, y Telmo Varela, custodiado por policías, ayer en el juicio.
Miguel Nicolás, en primer plano, y Telmo Varela, custodiado por policías, ayer en el juicio.

El Ministerio Público recordó en sus conclusiones las contradicciones surgidas en la declaración de los dos testigos que vieron a los atacantes de las instalaciones de la calle Baiona corriendo en dirección a un vehículo, cuya matrícula facilitaron, a excepción de una letra, a la policía, lo que permitió identificar a Miguel. Estas personas aseguraron en la sala de vistas no recordar mucho sobre aquella noche, llegando a afirmar que sólo habían dado dos números de la matrícula, una declaración que según el fiscal estuvo marcada 'por el miedo. En este juicio han declarado muchas personas que tenían miedo', dijo.

Por su parte, los abogados defensores manifestaron por su parte que 'no hay pruebas de cargo' contra ninguno de los dos imputado, por lo que pidieron la libre absolución de sus patrocinados y, en el caso de Telmo, su 'puesta en libertad de inmediato', al encontrarse en prisión preventiva desde hace casi dos años tras su detención por la Guardia Civil. El defensor de Miguel Nicolás añadió que en caso de que haya responsabilidad, que se le considere autor de un delito o falta de daños a la oficina de empleo, que 'volvió a estar operativa al día siguiente' del incendio. Ambos letrados hicieron hincapié, en sus informes finales, en las irregularidades que detectaron en el proceso, al realizarse registros en el garaje donde tenía guardado su vehículo Miguel Nicolás y grabaciones telefónicas que, a su juicio, 'vulneraron los derechos fundamentales' de los acusados. Asimismo, subrayaron que no se presentó ninguno de los efectos intervenidos -bragas de cuello, documentos y sustancias químicas- para su identificación en la sala de vistas, por lo que nos e podía comprobar si realmente eran los pertenecientes a sus representados.

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