Festa da Auga en sequía y bajo lluvia en Vilagarcía
Vilagarcía de Arousa vio caer agua del cielo y de los balcones en su tradicional celebración de San Roque
La lluvia sorprendió en Vilagarcía de Arousa durante la celebración de la popular Festa da Auga, con la que conmemoran a su patrón, San Roque. En los últimos días, la villa se había convertido en el centro de las críticas por mantener los festejos pese a la época de sequía que se está viviendo en Galicia y que ya ha obligado a los ayuntamientos a restringir el consumo de agua.
Así, todo estaba preparado para volver a los orígenes de esta particular tradición, con mangueras y sin cubos de agua, sin embargo, minutos antes de que se diese comienzo a la fiesta las nubes también quisieron participar en los festejos y ser protagonistas descargando toda el agua que llevaban, aunque no fue mucha. Durante la procesión, tanto el santo como sus acompañantes se han tenido que cubrir con un chubasquero. Para los asistentes que celebraban la fiesta esto no ha sido ningún problema, ya que acudían precisamente con la intención de acabar pasados por agua sin importar de que forma, la clave estaba en pasarlo bien.
La jugadora de baloncesto Sara Gómez, ex del Calta Zorka, fue la pregonera en esta Fiesta del Agua 2022. Subida a una grúa, aprovechó el discurso para poner en valor el deporte femenino, y lanzó un par de pelotas de playa con forma de balón de baloncesto señalando que espera que “el deporte femenino continúe siendo un referente en nuestra ciudad”. Al grito de “San Roque, San Roque, San Roque” dio el pistoletazo de salida al lanzamiento de litros y litros de agua.
La lluvia ayudó a mojar a todos los presentes a lo largo de la mañana y durante la procesión, pero cuando llegó el mediodía paró un momento. En esta pausa de la lluvia, mientras el sol comenzaba a iluminar a los participantes, dio comienzo la caída de agua de las ventanas. Desde los edificios de Vilagarcía caían cubos, había 'manguerazos' caseros e incluso se tiró algo de confeti.
Los asistentes también cumplieron con su trabajo con globos de agua, más cubos y sus pistolas de agua con las que también mojaban a los que estaban en los balcones.
Muchos participantes llegaron desde otros puntos de Galicia con la intención de pasarlo bien bajo el agua. Para otros esa fue la culminación de toda una noche de fiesta en la villa. Una parte importante de los participantes habían pasado la noche celebrando San Roque, llenando los locales de la zona y disfrutando del buen ambiente. Con todo, eso no les ha impedido llegar con energía al mediodía, preparados para mojarse tras dos años esperando esta cita popular que cada vez es más multitudinaria.
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