45 años después, sin justicia
HOMENAJE XOSÉ UMBERTO BAENA EN PEREIRÓ
Decenas de personas recordaron ayer a Xosé Humberto Baena en el cementerio de Pereiró, 45 años después de su ejecución
Como cada 27 de septiembre, el cementerio de Pereiró acogió un homenaje a los últimos cinco fusilados de la dictadura franquista, entre los que se encontraban los vigueses Xosé Umberto Baena y José Luis Sánchez Bravo.
Siempre se trata de un acto emotivo y reivindicativo, pero este año lo fue todavía más, al coincidir el 45 aniversario de su ejecución en Madrid con el anuncio de la nueva ley de Memoria Histórica adelantada por el Gobierno.
A pesar de la pandemia, la afluencia de gente se mantuvo, reuniendo a varias decenas de personas frente al panteón de la familia Baena. Entre los presentes, numerosos amigos y familiares de los fusilados así como personas vinculadas a la recuperación de la memoria histórica, pero también políticos vigueses como Xabier Pérez Igrexas, portavoz municipal del BNG.
El panteón de la familia Baena se llenó de flores y se adornó con la presencia de las banderas de Galicia y de la República y la violinista Laura Quintillán interpretó una pieza de Bach en homenaje a los fusilados.
Las intervenciones reconocieron los éxitos en la restauración de la Memoria Histórica logrados durante los últimos años pero también destacaron aquellos aspectos que todavía no se han abordado.
Manuel Reinoso, de la Asamblea Republicana de Vigo destacó el año tan "insólito" en el que se produce este 45 aniversario de los últimos fusilamientos del franquismo, tras la llegada de la pandemia del coronavirus y la salida de España del rey emérito Juan Carlos I.
Por su parte, Celso López, de la Asociación Viguesa pola Memoria Histórica do 36, recordó la reciente sentencia que devuelve el Pazo de Meirás al Estado, la declaración del exministro Martín Villa ante la jueza argentina Maria Servini, que le atribuye delitos de lesa humanidad, o el anuncio de la nueva ley de Memoria Histórica que "es mejor que la de 2007, pero aún hay zonas de impunidad".
En el acto también se leyó la carta abierta que envió Flor Baena, hermana de Umberto, a la vicepresidenta Carmen Calvo, en la que pide al gobierno que introduzca una enmienda a la nueva ley en la que se declare la nulidad de los juicios injustos celebrados durante la Guerra Civil y el Franquismo como el de su hermano.
El acto concluyó de nuevo con el violín de Laura Quintillán, interpretando la Internacional y el himno gallego, mientras los asistentes cantaban con el puño en alto.
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