Una familia asegura que acoger a menores de Cruz Roja compensa

María y José tenían ya tres hijos cuando decidieron que podían ayudar con el cuidado temporal de otro pequeño que se adaptó muy bien y con el que están encantados

María Barreiro, en su casa de Mos, es ahora madre de cuatro hijos, uno de ellos de acogida.
María Barreiro, en su casa de Mos, es ahora madre de cuatro hijos, uno de ellos de acogida.

Más de 60 niños y adolescentes están actualmente con una familia acogedora en la provincia de Pontevedra, mientras que otros 26 están a la espera de ser acogidos.

La pareja formada por María Barreiro y José Feliciano Alonso tenía ya tres hijos cuando decidieron que podían aumentar la familia con un pequeño más en régimen de acogida. “Si crías a tres, puedes criar a cuatro”, asegura convencida María Barreiro.

La idea surgió leyendo un día un periódico en el que aparecía una noticia sobre esta iniciativa de Cruz Roja. “Vivimos en un mundo en el que va todo tan deprisa que prestas la atención justa a las cosas. Aquel día me pregunté cuántos niños necesitados habría a nivel nacional y pensé que no hacía falta ir al tercer mundo para poder ayudar”, recuerda. Entonces se lo comentó a su marido y solicitaron información a la Cruz Roja. También hubo reunión familiar con sus hijos para explicarles la idea, que supondría cambios, y para consultar su opinión. Aceptaron y el que más dudas tenía aquel día hoy es el más apegado al hermano de acogida. Iniciaron el proceso que incluye un curso de formación y que también implica entender que tenían que estar preparados, por un lado, para todo lo que necesitase el niño y para la etapa de adaptación mutua y, por otro lado, para hacerse a la idea de que sería algo temporal. Finalmente, llegó el pequeño y la experiencia no pudo ser más satisfactoria. “Es un amor, muy listo, nos adaptamos perfectamente”.

María y José trabajan en el sector de la logística, ella con jornada reducida y él sale a las cinco de la tarde. La logística también la aplican en casa, donde todo está organizado de tal forma que pocas veces necesitan echar mano de algún familiar.

Cruz Roja ofrece apoyo a los padres y hacen un seguimiento del menor. Profesionales de la organización visitaron su casa, la guardería y conocieron el entorno. Los padres consultan sus dudas y también informan de las consultas e informes médicos que surjan.

“El pequeño nos enseña a valorar otras cosas”

María Barreiro asegura que es muy gratificante poder ayudar a otra persona y que es mucho mayor la satisfacción que el esfuerzo que puede suponer. “Nosotros le damos mucho, pero él nos da lo mismo o más. Lo que haces te viene recompensado cien veces. Nos ha enseñado a valorar otro tipo de cosas que mis hijos no veían o que la sociedad aparta porque es más fácil mirar para otro lado. Ellos conocen la parte bonita del mundo, pero ese bienestar no lo tienen todos los niños del mundo. Ahora lo saben. Estos son los valores que queremos enseñar a nuestros hijos".

Personas de su entorno dicen que son unos valientes, ella no lo ve así. “Valientes son los que acogen a adolescentes con dificultades que vienen con una mochila grande, o a niños con una discapacidad. Eso sí que es para sacarse el sombrero”, apunta.

La familia aporta todos los cuidados que necesita el pequeño y sobre todo le dan mucho amor. Reconocen que lo más difícil será el momento de la separación porque es un programa de acogida temporal. “Pedí apoyo en Cruz Roja por esto, sufres antes de tiempo, pero me dicen que disfrute el momento”.

Una red formada por 74 unidades familiares en la provincia

Cruz Roja cuenta con una amplia trayectoria en el desarrollo de programas y proyectos de atención a la infancia y a familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Uno de los objetivos principales de la organización humanitaria es ofrecerles apoyo y orientación en sus funciones de cuidado, crianza y socialización, favoreciendo así su bienestar físico y emocional.

El acogimiento familiar es una alternativa para apoyar a la infancia y a estos padres que atraviesan situaciones de dificultad. A través del Programa de Familias Acogedoras de la Xunta, que se gestiona desde Cruz Roja, se trata de proporcionar una atención temporal a aquellos niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo, desamparo o desprotección social, tutelados o en guardia por la administración autonómica. Las familias acogedoras les ofrecen su hogar con la misión de proporcionarles los cuidados, la seguridad, la educación y el cariño que necesitan mientras se solucionan las circunstancias que les impiden vivir con su familia de origen.

Actualmente, en Galicia hay 241 niños, niñas y adolescentes que están siendo acogidos mientras que otros 68 están en espera de acogimiento. Del total de Galicia, en la provincia de Pontevedra son 62 los niños, niñas y adolescentes acogidos y 26 a la espera. Además, la red de familias acogedoras de Cruz Roja en Galicia está formada por 330 unidades familiares, 74 en la provincia de Pontevedra. Gracias a su compromiso es posible desarrollar este programa, y es importante que está red siga creciendo para poder dar la respuesta idónea a los diferentes casos.

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