La falta de lluvia reabre el debate del abastecimiento y ampliación de Eiras

El Concello reclama la actuación de la Xunta, que señala la necesaria la intervención del Ejecutivo central

La presa de Eiras, la pasada semana.
La presa de Eiras, la pasada semana.

La escasez de agua se vuelve a hacer presente en este 2025, con un verano muy seco (septiembre fue normal) y calor para el inicio de octubre, que ha dejado los tres embalses del área en su peor situación en lo que va de siglo: Eiras, el mayor de Galicia, se encuentra al 56 por ciento, también Zamáns al 56 y Baiona al 34, en los tres casos hasta 30 puntos por debajo del promedio para este mes. Además, la tendencia es claramente a la baja, lo que lleva a reabrir la necesidad de mejorar el abastecimiento y ampliar la capacidad de las presas, en concreto de Eiras. El Concello es partidario de construir una nueva instalación más arriba y otras medidas adicionales mientras tanto. La Xunta considera que podría llegar con ampliar Eiras, pero siempre contando con la declaración de proyecto de interés general del Estado por su volumen y complicación. Y los ayuntamientos del entorno ya mantienen su negativa, comenzando por Ponte Caldelas. Es decir, no será ni rápido ni fácil.

Según indicó ayer Abel Caballero, "la sequía continúa en la ciudad". "Son niveles bajos, muy bajos, para ser 1 de octubre", dijo, y apuntó las medidas adoptadas por la administración municipal, que incluyen la puesta en marcha de una nueva potabilizadora. Caballeró aclaró que quien tiene que atender "el abastecimiento en alta" es la Xunta, ya que los recursos hidráulicos son su "competencia exclusiva", y la administración autonómica "no hizo nada". "La Xunta de Galicia, desde que yo soy alcalde, no hizo nada en relación con el problema que tenemos", afirmó. El alcalde ha recordado que se había "acordado" con Xunta y Gobierno de España construir una nueva presa, más pequeña, aguas arriba de Eiras, "que no perjudica a nadie", pero el Gobierno gallego no hizo nada. "Nosotros tomando decisiones continuamente, y la Xunta `a velas vir`, de espectador, no hace nada". "Ellos son los que tienen que buscar las fuentes de abastecimiento y, por tanto, tener en cuenta que estamos en un momento en que el cambio climático vino para quedarse", aseguró.

En agosto, el gobierno municipal se dirigió a la Consellería de Medio Ambiente para instarle a retomar el proyecto para garantizar el abastecimiento de agua al área. Contempla, entre otras actuaciones, una captación en el río Verdugo para trasvasar agua a Eiras, la construcción de una nueva presa y un trasvase desde el Miño a la presa de Zamáns, actuaciones valoradas en su momento en unos 67 millones de euros. La Xunta respondió recordando que la alternativa planteada no resuelve los problemas existentes y, en todo caso, cualquier actuación sería de tal envergadura e inversión que debe ser declarada de interés general y tramitada por el Gobierno central. En ese contexto se plantearon varias opciones: el bombeo de emergencia desde el Miño, el trasvase desde el Verdugo, una nueva presa en el río Oitavén o recrecer Eiras, que también está en el Oitavén. Eiras es la mayor instalación de abastecimiento de Galicia, pero su capacidad es muy pequeña con relación a otros embalses precisamente porque cuando se construyó no se planteaba un escenario de sequía. La postura de la Xunta era y es que la nueva presa y el bombeo del río Miño aportarían garantías de abastecimiento hasta 2070. La estadística de los últimos 70 años muestra la caída de las precipitaciones, cada vez más evidente: de 5.000 a menos de 2.000 litros al año. Además, dado que la tramitación ambiental se estima larga y compleja, especialmente en el caso de la presa, resulta necesario que la Confederación o el propio Ministerio inicien el trámite ambiental.

Ahorro a otros concellos y vecinos

Abel Caballero hizo un llamamiento a la ciudadanía a realizar un uso responsable del agua: “Quiero aconsejar un uso muy racional, medir mucho el consumo en todos los ayuntamientos abastecidos por la presa de Eiras (entre ellos Porriño, Cangas, Moaña y Redondela). Hay que ahorrar el máximo posible, porque el cambio climático llegó para quedarse y tenemos que actuar con responsabilidad”, indicó. El Concello vigués ya prohibió baldeos y llenar piscinas en julio. El regidor de Baiona, Vázquez Almuiña, hizo lo mismo ayer, vetando también regar jardines y huertas.

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