Baiona reduce el gasto de agua sin unirse a la red de Vigo

El alcalde de Baiona, Jesús Vázquez Almuiña, emitió ayer un bando municipal reclamando a sus vecinos que reduzcan al mínimo el consumo de agua ante la situación casi extrema en la que se encuentra su presa, en Baíña, que ayer bajaba hasta el 34 por ciento de su capacidad, según datos de Augas de Galicia, de la Cosnellería de Medio Ambiente. Almuiña pidió a los baioneses que utilicen los recursos con la máxima atención y prohibió llenar las piscinas, entre otras medidas, en vista de la situación de sequía y hasta que lleguen las lluvias, que de momento no aparecen en el horizonte. No obstante, de momento Baiona está en situación de observación de su evolución pero no en prealerta, que será declarada en la próxima reunión de la Oficina da Seca de Medio Ambiente de mantenerse la tendencia. A día de hoy, la instalación hidráulica de Baiona tiene 13 puntos menos que el año pasado. Con todo, el alcalde Almuiña no se dirigió todavía al Concello de Vigo a pedir la conexión con la red de Zamáns, de la que se abastece Nigrán. El enlace existe y solo lo tiene que solicitar Baiona, lo que hizo en una sola ocasión. De momento, no se contempla.

En cuanto a Vigo, continúa el goteo a la baja del aforo de sus dos presas. Zamáns bajó hasta el 56,3 por ciento, dos puntos menos que hace una semana. Eiras, diez veces mayor, se encuentra al 56,6, tres puntos menos que hace siete días, según Augas de Galicia. Sobre un año atrás en estas mismas fechas, Eiras se halla 36 puntos por debajo y Zamáns poco más de dos (esta presa se llena y vacía con rapidez, como pasa con Baíña). Son los datos más bajos de todo el siglo para estas alturas del año, incluso peores que los de 2017, el año de la gran sequía, cuando Eiras estaba al 61 pr ciento y Zamáns al 66. Entonces, hasta Baiona tenía más agua embalsada, al 44 por ciento de su capacidad. De momento, la Oficina da Seca solo mantiene la prealerta en 28 ayuntamientos, entre ellos Pontevedra, Marín y Poio, en la cuenca del río Lérez, muy por debajo de su nivel. El Concello vigués aprobó medidas restrictivas en julio en el veto a baldeos de calles y a las piscinas, en tanto que en Eiras se mantiene una salida mínima hacia al Oitavén para cumplir con el caudal ecológico.