Explosión de alergias al polen en las consultas de la ciudad

Vigo es la ciudad gallega más afectada en este momento por la concentración de polen de gramíneas, que empezó a aumentar desde el fin de semana pasado

Polen de plátano de sombra, muy visible pero no tan dañino como otros, ayer en la Plaza de la Estrella.
Polen de plátano de sombra, muy visible pero no tan dañino como otros, ayer en la Plaza de la Estrella. | Vicente Alonso

Las personas con alergias respiratorias notaron en los últimos días un aumento de las concentraciones de polen en la atmósfera con síntomas propios de la estación, una situación que podría empeorar la próxima semana. Distintos centros de salud de la ciudad reconocieron que están notando una mayor afluencia de pacientes por esta causa. También se está registrando una mayor volumen de pacientes en las consultas de alergología, principalmente en las clínicas privadas puesto que en los servicios de esta especialidad de la sanidad pública funcionan sobre todo con agendas cerradas.

El alergólogo vigués Luis Arenas explica que este incremento obedece a que la primavera se consolida, aunque llegó tarde este año.

A día de hoy, las gramíneas y las ortigas son las que están presentando mayores concentraciones de polen en Vigo, según la Rede Galega de Aerobioloxía, que las clasifica en nivel alto y muestra en sus gráficos un incremento notable desde el fin de semana pasado. A su vez, el plantago y los carballos pasaron al nivel moderado (el intermedio) la semana pasada.

En este momento, Vigo es la estación con mayor concentración de pólenes de las cinco que posee esta red en Galicia. Las cuatro restantes están en Santiago, A Coruña, Ourense y Lugo. En cada zona afectan plantas y árboles distintos: en Lugo y Ourense el principal causante de alergias es el carballo, mientras que en Vigo son las gramíneas que florecen en primavera y verano.

El alergólogo Ignacio Esteban Gorgojo afirmó ayer en Madrid que las alergias primaverales, entre las que se destacan las gramíneas y el olivo, ya afectan al 20 por ciento de la población. "El inicio y la intensidad de la temporada dependen de dos factores: la lluvia invernal, que favorece el crecimiento de la vegetación, y las temperaturas de primavera que, si se mantienen entre 20 y 30 grados, activan la polinización", apuntó el especialista. Tras ello, advirtió que este año hay una vegetación "muy desarrollada", lo que puede dar lugar a elevados niveles de polen si se dan las condiciones térmicas adecuadas, y provocar síntomas como picor de ojos, nariz paladar u oídos, mucosidad, estornudos, congestión nasal, o incluso manifestaciones asmáticas como tos, sensación de falta de aire o pitos al respirar.

"Muchas veces se confunden con un catarro, pero si estos síntomas se repiten año tras año en la misma época, probablemente estamos ante una alergia al polen", aclaró, tras lo que recordó que estos pueden agravar patologías respiratorias previas como el asma, que puede ser controlada si se trabajan los desencadenantes.

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