Embarcan de Vigo a Alaska 24 pasajeros para viajar 44 días

La mayor travesía realizada en la historia local con Vigo como uno de los puntos de salida se iniciará mañana desde la Estación Marítima con la llegada del “Queen Elizabeth”, que recogerá a un exclusivo grupo de pasajeros en Vigo para iniciar un viaje de 44 días hasta Alaska. Es un crucero al alcance de pocos tanto por su duración como por su precio, que se sitúa en torno a 6.000 euros el billete como mínimo. La edad media se sitúa entre los 65 y los 70 años, personas con capacidad económica y jubiladas, por lo que tienen tiempo suficiente para poder realizar un recorrido excepcional. Según explicó Luis Otero, de Viaxes Loa, que se encarga de la organización, la totalidad de pasajeros que embarcan en la Estación Marítima son de Vigo “y no, no hay ningún famoso”, advierte. Tras salir de Vigo, el “Queen Elizabeth” cruzará durante cinco días el Atlántico; llegará al Caribe para hacer escala en dos de sus islas; atravesará la mayor obra ingeniería, el Canal de Panamá y a partir de ahí bordeará la costa oeste de América, con escalas en Costa Rica, México, Los Ángeles, San Francisco y Vancouver, en Canadá. Finalmente realizará un itinerario de siete días por el pasaje interior de Alaska, visitando cuatro icónicas poblaciones y realizando dos navegaciones escénicas entre glaciares. El regreso, en avión.

Para los que quieran aventuras más largas, también existe la posibilidad de realizar la vuelta al mundo en 118 días, a 40.000 euros de precio medio. Con todo, Luis Otero reconoce su preocupación por el viaje previsto para septiembre con dos etapas, entre Rotterdam y Vigo, y desde Vigo a Barcelona. Mientras para la primera travesía hay una buena aceptación, el viaje de Vigo a la capital catalana parece no haber calado lo suficiente hasta el momento, lo que llevaría a su anulación de no animarse las ventas a lo largo de este mes de mayo.

El mayor buque del año llegó a un tercio de su capacidad

El “MSC Grandiosa” arribó ayer a Vigo apenas a un tercio de su capacidad. De momento, es el mayor buque de cuantos han llegado este año al puerto, con 331 metros de eslora y un aforo que a tope permite 6.300 pasajeros, que se reduce a 4.800 sin uso de todas las plazas disponibles. Ayer solo traía 1.740 cruceristas, pero mantenía la cifra habitual de tripulación, 1.454 personas. Aunque la pandemia va pasando, todavía está lejos el sector del crucerismo de volver a la normalidad. De todos los viajeros desembarcados, el 40 por ciento optó por subirse a uno de los 11 autobuses dispuestos para realizar recorridos por el entorno de Vigo, así como las bodegas de albariño o Santiago. Como en la mayoría de los casos, los turistas marítimos procedían mayoritariamente de Reino Unido. De hecho, Vigo era la última estación antes del retorno a Southampton, donde tiene la base la flota británica de cruceros.