Edith Rodríguez: "El periodismo palestino ha estado a la altura y el precio fue enorme"

Vicepresidenta de Reporteros Sin Fronteras

Edith Rodríguez
Edith Rodríguez

La jornada “Gaza hoy: miradas desde la diplomacia y el periodismo”, impulsada por el Concello de Vigo y la ONG Hoy por ti, comienza a las diez y media de esta mañana en el Auditorio de Afundación con charlas de expertos. Forma parte del ciclo “Gaza, entre el horror y la esperanza” que se prolongará hasta el sábado con la proyeccción de documentales y películas con sus coloquios posteriores, un evento que mezclará música y palabras en Porta do Sol y una exposición fotográfica en Príncipe. La vicepresidenta de la asociación Reporteros sin Fronteras, Edith Rodríguez Cachera, es una de las ponentes de hoy, con una charla titulada “Gaza sin testigos. El sueño de Israel”.

¿Cómo fue la cobertura del conflicto en Gaza?

Se la debemos exclusivamente a los periodistas locales, porque la prensa internacional no ha podido entrar porque Israel lo prohíbe a pesar de no tener soberanía para hacerlo. Los periodistas son testigos clave a la hora de documentar e informar a la opinión pública y de cara a los tribunales cuando e están cometiendo crímenes de guerra o actos de genocidio. La cobertura ha recaído 100% en manos de periodistas palestinos que han trabajado en las condiciones más horribles que Reporteros sin Fronteras haya documentado en los últimos tiempos.

¿Cuántos periodistas fallecieron?

En estos dos años de ofensiva israelí han sido asesinados unos 250 periodistas. El 25% de los profesionales que había en Gaza. Desde que existe Reporteros sin Fronteras no se había documentado un extermino de esta magnitud y menos en un espacio tan corto de tiempo

¿Eran un objetivo de guerra?

Sí, pretendían un apagón informativo. Algunos han podido morir como civiles en los bombardeos salvajes que ha sufrido la población de Gaza, pero otros fueron asesinados. Hemos presentado cinco denuncias ante la Corte Penal Internacional por asesinatos intencionados. Lo tenemos documentado. Hemos visto también la técnica de doble impacto: bombardean un hospital y cuando van los periodistas y los servicios de emergencias vuelven a atacar.

¿Pueden prosperar las denuncias?

Si algo duele de la actuación de Israel es la impunidad. La Fiscalía de la Corte Penal Internacional se ha comprometido a prestar atención y también se pronunció la ONU. Quizá la dimensión de la masacre haga que prosperen. Lo que sí constatamos es que el relato ha cambiado, ya no se percibe a Israel de la misma forma. Gracias a la prensa de Gaza hemos conseguido saber lo que está pasando y ya se habla sin ambages de genocidio.

¿Qué lección han dado estos periodistas?

Se ha visto el valor que tiene la prensa, que muchas veces está denostada y a veces con razón. Pero si hay escenarios en los que se valora el papel que tiene la profesión es este, en el que el ciudadano puede percibir el enorme sacrificio que supone a veces satisfacer su derecho a la información. Porque la libertad de prensa tiene dos caras: la libertad del periodista para informar pero también el derecho del ciudadano a recibir una información veraz y plural. En este caso, el periodismo palestino ha estado más que a la altura y ha tenido un precio desconocido para nosotros por satisfacer el derecho de los ciudadanos del mundo a tener una información veraz.

¿Cuál fue el papel de Reporteros sin Fronteras?

La movilización absoluta, la denuncia constante y la protección también. Aunque ha sido tremendamente difícil hacer llegar ayuda material a Gaza como hubiéramos querido porque nadie puede entrar, los bloqueos son férreos, pero hemos podido hacer llegar necesidades básicas para los periodistas como tarjetas sim, baterías, estaciones de carga. Son periodistas que trabajan con pérdidas, traumas y duelos constantes. Hemos presionado a los gobiernos para suspender sus acuerdos con Israel, presentamos denuncias y participamos en actos como el de Vigo.

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