Dulce Día de Reyes luciendo los juguetes o con los Magos en misa
El buen tiempo permitió a los niños y niñas vigueses cumplir con la tradición de salir a pasear para estrenar sus regalos
El Día de Reyes sabe a roscón y a felicidad, la que da el haber recibido algún regalo la noche anterior y ver la cara de alegría de los más pequeños de la casa.
La ausencia de lluvias durante la jornada de ayer permitió que niños y niñas cumpliesen con la tradición de salir a la calle a estrenar sus nuevos juguetes. Los parques, calles, avenidas o paseos como el de Bouzas o Samil fueron el escenario perfecto para probar las nuevas bicis, patines, monopatines y patinetes, o para enseñar a los amigos y vecinos del barrio el nuevo reloj o la nueva muñeca.
Las panaderías y pastelerías que abrieron ayer, en festivo, volvieron a registrar una importante demanda de un dulce que no puede faltar en estas fechas, el roscón de Reyes, por el que muchos vigueses esperaron al último momento para adquirirlo.
Otra tradición que se mantiene viva en Vigo es la Misa de Reyes. Este oficio religioso, que entronca con los antiguos autos sacramentales, se conserva en la parroquia de Valadares (o Valladares, como siguen llamándola los vecinos) y tiene la particularidad de que en él participan en persona Melchor, Gaspar y Baltasar, que acuden al templo parroquial para adorar al Niño Jesús. Además, se trata de una misa cantada por cantareiras, que interpretan villancicos y cantos populares, mientras que en el atrio, al término de la celebración religiosa, espera la Rondalla del Centro Veciñal e Cultural (CVC).
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