La DGT refuerza la vigilancia en el área de Vigo con un nuevo radar de tramo

El que avisa no es traidor. La Dirección General de Tráfico, alertada porque el 70% de los accidentes mortales se producen en carreteras convencionales, anunció hace unos meses una nueva batería de controles de velocidad en tramos peligrosos, en la que se ha incluido el área de Vigo. La vía escogida ha sido la PO 340, entre Tui y Gondomar, donde solo este año han perdido la vida dos personas, un joven motorista de 21 años y una mujer de 33, pero que arrastra otros tres siniestros con víctimas mortales en los últimos años.

Tráfico ha colocado en el punto kilométrico 4,200 y 6,200 este nuevo cinemómetro, que además funciona con paneles solares y que cuenta con unas cámaras que son capaces de controlar, además del exceso de velocidad, adelantamientos en línea continua, uso del móvil y cinturón y otras normas obligatorias.

Fuentes de la Consellería de Infraestructuras confirmó que el aparato, que ha llamado la atención de conductores, por el tamaño de la infraestructura y sus placas, ha sido instalado por la DGT tras solicitar previa autorización.

Se trata del segundo radar de tramo en el área de Vigo (el primero se encuentra en la AP-9 entre el túnel de Candeán y A Madroa y vigila a los vehículos a lo largo de cinco kilómetros) y el primero colocado en una carretera convencional, en este caso de titularidad autonómica.

La llegada de este refuerzo se produce tras un verano récord de viajes de larga distancia de paso por las carreteras de la provincia, tal y como refleja el balance de siniestralidad viaria referente a los meses de julio y agosto y que fue dado a conocer ayer por el subdelegado del Gobierno, la jefa provincial de Tráfico y el jefe del susbsector de la Guardia Civil de la provincia. En números absolutos fueron 2.807.733 vehículos los que pasaron por las carreteras, lo que supone un 11% más que el año pasado y el volumen circulatorio más alto desde el año 2019.

Pese a que las cifras de siniestralidad mortal en el acumulado anual siguen siendo peores que en 2023, (19 fallecidos hasta el momento frente a los 15 del año pasado), al menos durante el verano se ha conseguido mejorar esas cifras. En julio y agosto se produjeron tres muertes, todos ellos motoristas y en carreteras del área de Vigo, una en Redondela y otro en Ponteareas, de las 15 que hubo en Galicia.

Tal y como se destacó ayer durante la presentación del balance, la totalidad de víctimas eran usuarios vulnerables fallecidos en dos siniestros muy parecidos, ya que ambos casos hubo invasión del carril contrario. En concreto, uno fue el 1 de agosto en la N-120, donde falleció el piloto al colisionar con un turismo, y el segundo fue el 19 del mismo mes en la N-550. Los dos jóvenes vigueses que viajaban en una moto invadieron también el carril contrario e impactaron contra un camión. El número de fallecidos durante este verano es equivalente a la de los anteriores, excepto 2020 cuando se registró el pico negativo de 9 víctimas.

Un total de 180 accidentes de tráfico con daños personales

En cuanto al número de accidentes totales con daños personales en las carreteras de la provincia durante julio y agosto, hubo 180, una cifra también por debajo de la media de los últimos cinco años y que estaba situada en 194. De los heridos, once lo fueron de gravedad, frente a las 19 del último lustro. Por su parte, el número de heridos leves fue de 270, una cifra muy similar a la de años anteriores. El balance del verano es similar al del año anterior en cuanto a que la mayoría de siniestros mortales y con heridos se producen en carreteras convencionales y el 43%, en las de titularidad autonómica. Así, durante julio y agosto, no hubo ningún fallecido en autovías y autopistas y el 82% de accidentes con lesionados fueron en vías de doble sentido. El balance destaca además que las personas que viajan a Galicia y los que salen de ella usan la AP-9, la A-55 y la A-52.