METEOROLOGÍA
Una masa de aire frío y nevadas reciben el invierno
Seis de cada diez personas que están en paro en Vigo son mujeres, un colectivo que copa todas las estadísticas del mercado de trabajo en negativo: mayor tasa de paro femenina que masculina, más paradas de larga duración, menos asalariadas, mayor número de contratos a tiempo parcial y más excedencias por cuidado de hijo y familiares. La desigualdad se extiende al plano económico con menores salarios femeninos y pensiones de jubilación más bajas que las de los hombres y un techo de cristal que, si bien mejora, aún dificulta el acceso de la mujer a altos cargos en organizaciones y empresas.
Es la radiografía del mercado laboral de Vigo y, por extensión, de Galicia y España a las puertas del 8M, Día Internacional de la Mujer.
Si atendemos al paro registrado, en Vigo había en febrero un total de 10.645 mujeres anotadas a los servicios públicos de empleo (SEPE), lo que supone un 57% del total de demandantes de un puesto de trabajo, exactamente el mismo porcentaje que había en 2019, antes de la pandemia.
La tasa de paro femenina se sitúa en un 13% en el conjunto de la provincia de Pontevedra -la más alta de Galicia- frente al 10% de la masculina y el paro de larga duración es mayoritario entre ellas superando en un 52% a los hombres que llevan más de un año buscando un trabajo en Galicia.
La tasa de ocupación femenina es de un 43% frente al 52,8% masculina, según la Encuesta de Población Activa (EPA) a cierre de 2022. A nivel local, el número de ocupados subió en el último año en Vigo más entre los hombres (1.200 asalariados más) que las mujeres (800 más).
En cuanto a la población inactiva (ni ocupados ni parados), las mujeres representan más del 57 por ciento del total en Vigo.
Con respecto a las actividades económicas, la EPA también recoge que el colectivo de mujeres en toda Galicia está infrarrepresentado en industria -la ocupación femenina supone apenas un 9,5 por ciento; un 3,3 por ciento en agricultura y ganadería, apenas un 1 por ciento en construcción y un 0,7 por ciento en pesca. Sólo en servicios hay más trabajadoras que representan el 85 por ciento.
Si tenemos en cuenta las condiciones de trabajo, los contratos indefinidos, que crecieron en el último año como consecuencia de la reforma laboral, no lo hicieron con la misma intensidad. Los contratos fijos masculinos aumentaron el doble que los femeninos. La población asalariada indefinida en la provincia de Pontevedra aumentó un 16,7 por ciento en el último trimestre de 2022. Son 38.500 trabajadores más, de los que 25.000 fueron hombres y 13.600 mujeres. La contratación indefinida femenina aumentó un 12,4 por ciento frente al 20,8 por ciento de la masculina.
Casi el 90% de las excedencias laborales por cuidado de hijos en Galicia corren a cargo de mujeres. Un total de 1.008 personas recurrieron en 2021 a este mecanismo de suspensión temporal de su contrato de trabajo en la comunidad gallega, 887 fueron mujeres y 121 hombres. Cierto es que en esta materia hubo avances y en la última década se triplicó el número de hombres con excedencia para cuidar a sus hijos (en 2011 sólo hubo 35 en Galicia), según datos del Ministerio de Igualdad. En cuanto a las excedencias por cuidado de familiares, también son ellas las que más sacrifican su vida laboral con el perjuicio económico que supone (sin retribución durante el permiso aunque conservando el puesto). En este caso las excedencias femeninas son el 75%.
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