Denuncian por impago de salario y estafa a una pareja empresaria ‘inquiokupa’ en Vigo

Después de meses trabajando y esperando un sueldo que no llegaba y un piso que no existía y del que habían pagado una reserva, los afectados, todos ellos inmigrantes decidieron pedir ayuda. “Muchos de ellos están en situación irregular y no se atrevían a denunciar, no sabían qué hacer, estaban desesperados, así que acudieron al sindicato del servicio doméstico y a SOS Racismo”, explicaba ayer uno de los colaboradores. Así, varios interpusieron denuncias contra la pareja responsable de una empresa de servicios del hogar tanto por vía laboral por impago de salario como por vía penal, “porque les decían que ellos les ayudarían a encontrar una vivienda y les pidieron adelantar un dinero para reserva, que, aunque no son cifras elevadas, para estas personas vulnerables es mucho”.

El siguiente paso, ya que ninguno de los demandados atendió a la reclamación laboral, fue iniciar una serie de concentraciones a la puerta de la vivienda, que aparece en la web como sede de la empresa. La primera fue el lunes y la segunda, ayer. Se da la circunstancia de que esta pareja, que al parecer procedía del sur, también había sido demandada por impago de alquiler y a la espera de la orden de desahucio. Según confirmó la propiedad del inmueble, en la calle Mantelas, no hacían frente a las rentas desde el mes de enero.

Ayer por la tarde, en medio de las protestas de los afectados y en presencia policial, ya que la concentración estaba autorizada, los dos abandonaron la casa. Poco después, el dueño avisaba a la Policía Nacional y dos coches patrullas se personaban en el inmueble.

“Se dedican a aprovecharse de personas vulnerables, que han venido a trabajar, a algunas las empleaban para hacer labores en su propia casa, tanto del hogar como jardineros y a otros en otras viviendas, pero no les pagaban el sueldo”, señalaba otro de los asistentes a la concentración.

Durante las protestas se vivieron momentos de tensión cuando los denunciados aparecieron. “Venimos a este país a ganarnos la vida y nos robáis la plata", reclamaba una de las perjudicadas a la mujer, mientras el hombre se encaraba con ellos.