David Russell: “Me gusta la vida social, pero en la parte musical me encanta ser mi propio jefe, decidir cómo tocar”

Esta no es la primera causa en la que se implica directamente.

Creo que los últimos conciertos que toqué en Vigo siempre han sido por razones solidarias, pero bueno, me encanta hacerlo y además ellos son gente maravillosa, hacen un trabajo excepcional para personas que lo necesitan y me pusieron a trabajar. Cuento como voluntario y todo.

Aunque cuenta con numerosos reconocimientos, supongo que el Grammy en 2005 marcaría un antes y un después.

Fue excepcional. Es muy bonito porque es un reconocimiento de mis compañeros de toda la industria de la música, tanto los técnicos como los productores y de los propios músicos, son ellos los que votan. La parte clásica es una parte muy pequeña, porque la parte más conocida es el rock, el jazz, específicamente el pop. Ahora separaron también la parte del Grammy latino, pero yo entro en ese departamento de música clásica, como solista. Primero llegó la nominación y mi mujer tuvo una idea muy buena, dijo, “vamos a ir a la entrega a Los Ángeles”, aunque yo pensaba, no voy a ganar nada, pero al final resultó bien el viaje.

¿Y cómo un escocés llegó a dominar hasta ese punto la guitarra clásica?

Soy escocés de nacimiento, pero crecí en España. Ya con 6 o 7 años mis padres se mudaron a Menorca, eran pintores, bueno, mi madre aún pinta. Ellos lo que querían era vivir la vida del artista, entonces nos quedamos. Paramos en Menorca y yo crecí allí. Lo de la guitarra que vino porque mi padre tocaba y me enseñó. De niño, veía a mi padre tocar y disfrutar, pues también quería lo mismo. Después, lo típico, a los 12, 14 años, decidí que eso es lo que iba a hacer y aquí estamos.

¿Qué es lo que encontró en la guitarra?

A mí me llama el hecho de que poder hacer música yo solo. Hay muchos instrumentos que necesitan estar en un grupo. Me gusta la vida social, pero en la parte musical me encanta ser mi propio jefe para decidir cómo se va a tocar cada obra. Yo podía haber escogido tocar la flauta o el violín, me habría encantado, pero empecé con la guitarra y ahí me quedé.

Escocés, criado en Menorca, pero está completamente afincado en Galicia.

Yo me cuento como un gallego más. Ya llevo más de 30 años viviendo aquí. Llegué por amor. Conocí a mi mujer, vine a tocar unos conciertos y me quedé. Yo ya había estudiado en Santiago, en los cursos de música en Compostela, cuando era estudiante, había visitado Vigo y años más tarde regresé por compromisos profesionales. Conocí a mi mujer y empecé a venir a visitarla y al final nos casamos.

¿Y cuándo deciden asentarse aquí?

Al principio vivíamos más en Londres, yo hasta ese momento residía allí. Es muy bonito, pero la calidad de vida de aquí es mejor, además ella tiene su familia en Galicia, yo no tengo familia en Inglaterra, con lo que decidimos irnos a vivir en Vigo. Mi profesión no depende de estar en una ciudad importante. Aquí hay aeropuertos y yo salgo para hacer los conciertos.

El concierto del 22 de mayo será una nueva oportunidad de ver esa forma tan peculiar de tocar. ¿Cómo la desarrolló?

Supongo que cada músico tiene su propia personalidad. Nosotros tocamos obras escritas por otros, yo no compongo, lo que sí hago es arreglar obras que se escribieron, por ejemplo, para el piano. Es muy difícil que no salga mi propia manera, mi personalidad, especialmente cuando salgo al escenario, pues también se refleja en mi musicalidad. En este concierto voy a tocar mayormente música española escrita para la guitarra y alguna cosa más. Siempre me gusta incluir algo del barroco, una música bastante antigua. Voy a meter una o dos cosas del barroco, pero la mayoría van a ser obras muy conocidas como de Granados, Albéniz y de Tárrega también, un gran guitarrista.

Le han hecho muchos homenajes, también en Galicia. ¿Cómo sienta escuchar “vamos a un concierto al David Russell”?

Vaya, es una maravilla. Cuando abrió el Conservatorio Profesional de Vigo, decidieron ponerle mi nombre. Y hay un grabado muy bonito en la entrada con un grabado de mi perfil. Está muy bien.

¿Cómo valora la política cultural y la oferta musical en Galicia?

Cuando las cosas van bien, siempre hay un poquito más para que las artes, incluyendo la música, se promocionan más. España tiene un poco de todo, ha habido épocas muy buenas, por ejemplo cuando en Vigo que había el Are More, era un ciclo de música muy bonito. Ahora sigue habiendo propuesta como las de la Filarmónica. Si la gente va, los organizan. No es fácil porque depende todo mucho de las subvenciones y veces que no hay suficiente. Pero esperemos que siempre siga yendo bien.

¿Cómo encaja el concierto del Banco de Alimentos con su agenda actual?

Vengo de la aldea donde nació mi mujer, queremos arreglarlo para que el verano sea agradable allí. Después tengo una serie de conciertos en toda la temporada. Hay bastantes festivales de música y voy a ir saltando de un sitio a otro. Algunos son en España, pero la mayoría son fuera.