El Cunqueiro usa ya el robot Da Vinci en cirugía general y operó 19 próstatas

Urólogos del Álvaro Cunqueiro fueron los primeros en operar con el sistema robótico Da Vinci en el hospital vigués y esta misma semana se estrenaron también especialistas de Cirugía General en el uso de esta tecnología.

Distintos servicios, como Otorrino y Ginecología, también se están formando en el manejo del robot quirúrgico que la Xunta incorporó hace unos meses a las siete áreas sanitarias de Galicia con una inversión superior a los 20 millones de euros.

En Urología del Cunqueiro realizaron hasta la fecha un total de 19 cirugías de prostatectomía radical que se lleva a cabo para el tratamiento del cáncer de próstata y aseguran que están muy satisfechos con este programa. Por ahora participan tres urólogos, Manuel Carballo, José Manuel Barros y Enrique Cespón, pero se irán sumando más cirujanos de forma paulatina. Carballo explica que el servicio tiene mucha experiencia laparoscópica y que el robot aumentó tanto la precisión de las maniobras quirúrgicas como las herramientas de visualización dentro del paciente.

Los pacientes que operaron con la cirugía robótica se han recuperado adecuadamente. Durante la intervención los especialistas pudieron identificar mejor las estructuras neurovasculares que rodean la próstata con el fin de mejorar las tasas de continencia y potencia sexual después de la cirugía, lograron minimizar el tiempo de hospitalización, disminuyeron la tasa de perfusiones y las posibles complicaciones postoperatorias, según explica Carballo.

Las operaciones realizadas por los urólogos fueron de Oncología, pero también se harán intervenciones complicadas en otro tipo de patologías con un acceso complicado que se beneficiarán de este robot.

Mejora la visión y la precisión

El Da Vinci es una columna de la que parten cuatro brazos que se manejan con una serie de mandos y controles y en los que se cargan una serie de instrumentos que se introducen en el abdomen del paciente para llevar a cabo la cirugía.

Además, uno de los brazos introduce una cámara que permite ver en tres dimensiones las estructuras dentro del paciente, que magnifica la imagen y lo hace con un grado de nitidez muy elevado.

El cirujano logra aumentar la precisión de la cirugía gracias a esta tecnología, que es muy intuitiva pero requiere una formación previa. También permite “determinados abordajes, determinados ángulos y movimientos” que en la laparoscopia están más limitados. Preguntado por si también mejora el posible temblor en el pulso humano, señala que sí, el robot lo va a traducir en un movimiento sin temblor dentro del paciente.

¿Qué pacientes se beneficiarán de esta tecnología? “La cuestión es que hay patologías que se benefician más que otras o estadios de una patología que van a notar la diferencia entre una cirugía laparoscópica y una robótica, pero en otras no. Por ejemplo en un cáncer de próstata en el que puedes hacer una preservación de estructuras neurovasculares por el tipo de tumor o por el estadio del tumor sí se podría beneficiar porque aumenta la precisión en esa maniobra”.

Sin embargo, considera que de cara al futuro se podrán aumentar los procedimientos que impliquen un acceso mínimamente invasivo en los pacientes y el uso del robot, que se acaba de implantar, se extenderá progresivamente. Destaca que en países que llevan años utilizando el Da Vinci se le atribuye el dicho de que “permite convertir un buen cirujano en un cirujano mejor”.

En Urología del Cunqueiro han ido un paso más allá en el poco tiempo que lleva implementado el Da Vinci. Desde hace años en este servicio realizan mediante laparoscopia un acceso extraperitoneal, de tal forma que acceden a la próstata sin entrar en la cavidad peritoneal donde se encuentra el intestino. Es un acceso más complicado al principio pero que redunda en beneficio del paciente. Esta técnica la han conseguido llevar a cabo también por vía robótica. “Estamos muy satisfechos porque mejora la recuperación del paciente y evita complicaciones”.