Conversación y micrófonos para luchar con las adicciones
El pódcast ‘No te pases de la raya’ de Érguete da voz a los usuarios para contar sus historias en primera persona
Los pódcast, programas de radio disponibles a demanda en internet, están en auge. Muchos de ellos tienen carácter de entretenimiento o informativo, pero una propuesta impulsada desde la Fundación Érguete, que lucha contra las adicciones en Vigo, busca ir más allá, como una forma de terapia para sus usuarios y de visibilización de su realidad vital, ajena y desconocida para muchos.
Se trata del pódcast “No te pases de la raya”, que lanzaron la psicóloga de la fundación Elena Graña y Pedro Casas, integrador social y extrabajador de Érguete que sigue acudiendo semanalmente a la sede para grabar el pódcast por su propio interés. Su propuesta es sencilla, detrás de este título desenfadado mantienen conversaciones con sus usuarios que cuentan sus vidas. En sus episodios personas como Gabriel llevan a los oyentes al mundo de las casas okupa, Jorge cuenta como es quedarse sin hogar de un día para otro y verse en la calle sin ningún recurso, Suso explica como se adentró en las adicciones o Severino expone su camino hasta salir del consumo de sustancias.
“No es el típico pódcast en el que sale un profesional diciendo que lo pasan muy mal, es su experiencia en primera persona, nos ayuda a mostrar fuera de aquí lo que les sucede y también es bueno para ellos”, asegura Graña. “Es gente que pasa mucho tiempo sola al día, muchas veces solo necesitan una conversación”, añade Casas.
Luchar contra la aporofobia, el rechazo o temor hacia las personas pobres, es uno de los grandes objetivos de esta iniciativa. Los usuarios “tienen aspecto de vivir en la calle y cuando se acercan a la gente normalmente la primera sensación siempre es rechazo, cuando a lo mejor solo quieren comentar que hace buen día”, explica Graña. Con este pódcast, que publican en plataformas como Spotify, Ivoox y próximamente también YouTube, muestran sus historias humanas de una forma en la que “ellos se lo pasan bien, intentamos ponerles siempre algo de picar, un cafecito, que sientan como que están en la cafetería tomando algo y conversando”.
Otro de los objetivos es la naturalidad, “queremos una realidad, que cuenten su historia, nosotros hacemos un guión, pero se lo damos a ellos y ellos hacen y deshacen lo que quieren y aportan ideas”. Además, con cada programa buscan desmontar mitos como que la gente “se droga porque quiere”, ya que “no es tan fácil meterse aquí, hay gente para la que sus padres fueron los llevaron a consumir, o un accidente le rompe la vida”. Con este programa “pueden desahogarse y hablar de su vida y a nosotros nos sirve para que la gente de a pie que no trabaja en esto pueda ver de primera mano qué pasa, que son gente normal”.
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