Los contenedores marrones se duplican para impulsar el reciclaje

Vigo cuenta actualmente con cerca de 1.600 contenedores marrones disponibles en la ciudad. Se trata de 1.470 contenedores de carga lateral con cerradura electrónica y otros 75 de menor capacidad para zonas estrechas, sin cierre. Estas cifras suponen casi duplicar los que había disponibles hace un año, después de que el Concello se hubiese fijado como meta alcanzar los 1.800 contenedores para avanzar hacia el objetivo europeo de que el 50% de los residuos urbanos estén preparados para su reutilización y reciclaje.

La mayor parte de la basura doméstica sigue depositándose en el contenedor indiferenciado, mientras que los de envases, papel y orgánicos aún representan menos de la mitad del total. No obstante, la recogida selectiva muestra una tendencia al alza. En estos momentos, Vigo recoge una media de 22 toneladas semanales de residuos orgánicos, según los últimos datos municipales.

Los contenedores marrones, destinados exclusivamente a restos de alimentos y pequeños desechos biodegradables, se abren mediante la tarjeta PassVigo. Un sistema para evitar que se depositen residuos inadecuados, pero que sigue generando cierta confusión entre parte de la ciudadanía. Con todo, en un contexto de encarecimiento del recibo de la basura, incrementar las cantidades entregadas a Sogama de la recogida selectiva del contedor amarillo o del marrón en un mínimo del 3% permitirá reducir el canon de 108 euros la tonelada a 95 euros, abaratando el recibo.

Al mismo tiempo, Sogama completó la ampliación de la planta de Guixar para procesar esta fracción orgánica recogida de forma diferenciada. Las mejoras, realizadas con una inversión superior a 3,5 millones de euros, incluyen una nueva tolva para el trasvase de los residuos del Concello y el relevo de la envolvente del complejo. De esa inversión, 1,2 millones se destinaron a preparar las instalaciones para enviar la materia orgánica a la planta de biorresiduos de Vilanova de Arousa, donde se transformará en compost. La planta de Guixar podrá gestionar más de 10.000 toneladas anuales cuando el Concello empiece a enviarle los residuos orgánicos. Mientras tanto, los desechos de los contenedores marrones se llevan de forma provisional al punto limpio de Toysal.

Reciclaje en las playas

Para reforzar la limpieza y el reciclaje, el Concello también instaló este verano más de una treintena de papeleras para separar residuos en todos los arenales, con cubos diferenciados para envases, vidrio, materia orgánica y resto. En Samil se colocaron siete unidades de mayor capacidad, mientras que en O Vao, Fontaíña y Canido las papeleras contaron con cuatro o cinco compartimentos, concentrándose en O Vao diez conjuntos y dos adicionales para cartón.

Los análisis de residuos mostraron altos porcentajes de residuos impropios, especialmente en orgánica (52%) y cartón (42%). Para reforzar la recogida, también se instalaron contenedores de gran capacidad en accesos y avenidas principales de Samil y O Vao.