Confluencia de turistas, fieles y artistas florales en el Casco Vello
Los alfombristas de Ponteareas realizaron el tapiz para el Cristo y la Concatedral acogió la misa solemne con la Coral Casablanca
Durante más de cuatro horas, 30 alfombristas de Ponteareas trabajaron en Porta do Sol para dejar listo el tapiz de flores sobre el que procesionó el Cristo da Victoria y recibió su despedida. “Ese momento es un gozo para nosotros. Se hacen para eso, para un alfombrista no hay mayor satisfacción que presenciar el paso de la imagen”. Para Miguel García, presidente de la agrupación, es un orgullo recibir las felicitaciones de los viandantes. Comenzaron a las 8 horas su cuarta colaboración con la Cofradía, en la que realizaron una petición del cofrade carrero, Carlos Borrás: La reproducción del Cristo del dosel, rodeada por una cenefa diseñada por García. Con el rojo como color dominante, llevó pétalos de tuya, de hortensias pertenecientes a 500 ejemplares, y serrín.
La coral Casablanca cantó en la misa solemne, que oficiada por el obispo Antonio Valín, reunió a cientos de fieles en el interior y en el exterior de la Concatedral. En el banco presidencial, junto a los directivos de la Cofradía y sus invitados, tomaron asiento el alcalde Abel Caballero y su mujer, Cristina Alonso. Hubo oficios a lo largo de toda la mañana y por la tarde, antes de la salida de la procesión. Sin embargo, al mediodía resultó complicado acceder al templo por la gran afluencia de devotos. Ya a esas horas se habían recogido cinco capazos de velas entre los que ya habían realizado la procesión, muchos de madrugada. Huir de las aglomeraciones, del ritmo lento y del calor fueron los principales motivos para hacer el itinerario sin la imagen.
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