Condenan a la Xunta por los daños de un pino a una finca en Vigo

Un juzgado obliga a Cultura a pagar 14.540 euros a la propiedad anexa al Conservatorio al que las raíces del gran árbol causaron desprendimientos y grietas en un muro

Publicado: 16 jun 2023 - 06:06 Actualizado: 16 jun 2023 - 09:05

El juzgado reprocha que la Xunta solo se limitara a talar el gran árbol, un pino que creció hacia la finca anexa.
El juzgado reprocha que la Xunta solo se limitara a talar el gran árbol, un pino que creció hacia la finca anexa.

La Consellería de Cultura ha sido condenada a pagar 14.540 euros a la empresa propietaria de una finca colindante con el Conservatorio superior de música de Vigo en O Castro por los daños ocasionados por un pino de grandes dimensiones, cuyas raíces desestabilizaron el muro de separación de ambos solares provocando desprendimientos, grietas y riesgo para las personas.

Así lo asegura la sentencia del Juzgado de lo Contencioso 2 que admite el recurso presentado por reclamación de responsabilidad patrimonial.

Según se desprende del fallo judicial, tanto el Conservatorio, del que es titular la Xunta de Galicia, como la finca particular se encuentran separados por un muro, propiedad de la afectada. El muro, afirma, además de una función divisoria, servía de contención, una utilidad que “ha estado a punto de fracasar ante la inacción y pasividad de la demandada”.

El origen del conflicto hay que buscarlo en un pino de “considerable porte”, que crecía justo en la linde, pegado al muro sobre el terreno de la Xunta. “Sus raíces desestabilizaron la estructura de contención, originaron grietas y el desprendimiento de algunas de sus piezas, originando una situación de peligro manifiesto y grave consistente en la posibilidad de colapso y derrumbe sobre la finca contigua”. Advierte además que ese peligro era más grave porque de haberse derrumbado podría haber ocasionado daños personales.

En 2018, los afectados se pusieron en contacto con el conservatorio para advertirles de la necesidad de acometer alguna actuación ante el riesgo de desprendimiento del muro. El juez destaca que la situación, por tanto, era conocida años atrás y a pesar de ello, “la única que medida adoptada, en marzo de 2021, fue la tala del árbol y otras especies”.

Pero el mal ya estaba hecho, sostiene el fallo judicial, ya que el muro presentaba fisuras e inestabilidad lo que obligó a la propiedad a adoptar medidas para evitar el riesgo adelantando un desembolso económico para ejecutar unas obras que debería haber acometido la Xunta. La sentencia, publicada ahora, es firme.

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