Los concursos de personas físicas con 3 al día desbancan a los de empresas

El 90% de los concursos presentados este año en los juzgados de lo Mercantil de Vigo y la provincia corresponden a personas naturales sin actividad empresarial, según se extrae de los datos del Consejo General del Poder Judicial hasta el tercer trimestre. Han sido en total 801 procedimientos concursales que, con 3 cada día, desbancan a los concursos de las empresas, que fueron un total de 69, a los que se suman otros 12 de empresarios este año. En total se han presentado 882 concursos, un 22% más que en los tres primeros trimestres del año pasado, pero es que los concursos de personas naturales no empresarias han crecido un 43%, mientras que los concursos de empresas caen un 34%.

Los datos son corroborados por distintos especialistas de derecho mercantil consultados por Atlántico. Así lo confirma Francisco Cabarcos, socio del área de resolución de conflictos: litigación y arbitraje de la oficina de Garrigues en Vigo, que explica que los concursos de personas físicas buscan la segunda oportunidad y que junto a este fenómeno, otro recurrente este año son “los concursos sin masa, aquellos en los que no existen bienes suficientes para cubrir deudas y gastos del propio proceso”.

Coincide con Javier González, socio en On Tax&Legal, que señala que junto a las personas físicas también se ha visto este año en los juzgados muchas “solicitudes de concurso sin masa, porque ya no queda resquicio para salvar la empresa”, explica. Con respecto a sectores ve especialmente afectado al de la alimentación. “Estamos arrastrando el incremento de los costes de la energía, el poco margen cuando tus clientes son grandes superficies y la imposibilidad de repercutir al consumidor tus gastos y los créditos que se fueron solicitando en el covid”, añade.

A Javier Romano , socio de Ceca Magán Abogados en Vigo y experto mercantilista, la experiencia le dice que “en Galicia, las empresas han demostrado una mayor capacidad de resistencia frente a la coyuntura económica, lo que ha derivado en una disminución del número de concursos respecto al ejercicio anterior”. Añade que “esta tendencia contrasta con la situación observada en el resto de España, donde la actividad concursal ha mantenido un mayor dinamismo”.

En cuanto a los planes de reestructuración, herramienta legal preconcursal en España introducida en 2022 que busca reorganizar deudas y operaciones en busca de la viabilidad de la empresa, Javier González constata que este año se han aprobado varios y considera que “es muy útil solicitar el preconcurso, aunque el empresario habitual es reacio y lo retrasa más de lo necesario”, la causa es “el estigma”.

Francisco Cabarcos añade que “desde su puesta en marcha los planes han ido demostrando que son un medio útil para poder dar una solución a empresas en crisis que tienen viabilidad”, pero coincide en que es “habitual que las empresas piden ayuda profesional cuando la situación ya está demasiado deteriorada”. Así que el tiempo es clave en esta figura. Opina que “su aplicación aumentará de aquí en adelante, y más teniendo en cuenta las escasas probabilidades de supervivencia que una empresa tiene en un concurso de acreedores si nos fijamos en los porcentajes históricos”.

Javier Romano recuerda que “la experiencia demuestra que las empresas que cuentan con un asesoramiento adecuado y que identifican con antelación una posible situación de insolvencia tienden a acogerse a planes de reestructuración”, aunque considera que “su aplicación práctica sigue siendo compleja. Las entidades financieras, especialmente con sociedades medianas y pequeñas, muestran reticencia a aceptar quitas”.

2026 va a ser el año de vecimiento de muchos créditos con aval del ICO en el covid

En lo que respecta al 2026, Francisco Cabarcos, socio de Garrigues en Vigo, avanza que “se dará un hecho de especial relevancia, que es que habrá una cantidad muy importante de vencimientos de créditos que se dieron con avales del ICO, los que se concedieron por el covid o los efectos de la guerra de Ucrania, y este hecho puede hacer que nos encontremos con un 2026 en el que haya que realizar muchas reestructuraciones de deuda”, asegura.

Para Javier Romano, socio de Ceca Magán Abogados, “la percepción general es que las compañías que acuden al concurso lo hacen en una situación de insolvencia grave, sin margen de viabilidad, lo que conduce en la mayoría de los casos a la liquidación de la sociedad”, así que opina que “para 2026 se prevé que esta tendencia continúe, con un escenario marcado por la dificultad de recuperación de aquellas empresas que ya se encuentran en insolvencia”, concluye.

Javier González, socio de On Tax&Legal, recomienda que “en cuanto aprecies dificultades en el horizonte es importarte asesorarte, para evitar poner dinero bueno sobre dinero malo. Si no detectas esto a tiempo el desenlace puede ser fatal”. Abunda sobre esta idea al señalar que “intentar un plan de reestructuración o presentar preconcurso puede ayudar a buscar una salida y tratar de evitar concurso”. Eso sí, pide que “todos los agentes de una reestructuración pongamos de nuestra parte, para que pueda seguir adelante. Y se está viendo salir a muchas empresas”.

“La prevención resulta esencial” ante posibles insolvencias

“La prevención resulta esencial para evitar situaciones concursales. Es fundamental que las empresas sean capaces de detectar con antelación posibles riesgos de insolvencia, ya que cuando las necesidades financieras son urgentes resulta mucho más difícil iniciar negociaciones con los acreedores", explica Javier Romano, socio de Ceca Magán Abogados. Añade que “la experiencia demuestra que los impagos generan desconfianza entre los acreedores” y por todo ello, “las compañías deben mantener un control exhaustivo de sus cuentas y apoyarse en asesores externos que evalúen periódicamente la situación financiera”.