El Concello impone medidas de ahorro de agua por la caída de las reservas

Se prohíbe el llenado de piscinas, lavados de coches, baldeos y duchas en la playa de forma preventiva

La situación en el embalse de Eiras, ayer, al 79% de su capacidad.
La situación en el embalse de Eiras, ayer, al 79% de su capacidad. | J. V. Landín

El Concello decidió adelantarse a una posible situación de sequía y aprobó ayer una serie de medidas de ahorro de agua ante la caída de las reservas en el embalse de Eiras que abastece a la ciudad. Según anunció el alcalde Abel Caballero, Eiras se encuentra al 79 % de su capacidad, diez puntos por debajo del mismo periodo del año anterior, mientras que Zamáns, situado en Vigo pero que abastece principalmente a municipios del Val Miñor, una zona que triplica su población durante julio y agosto con el turismo y la ocupación de las segundas viviendas en el entorno playero, está al 78,5 %, cinco puntos menos.

Pese a que aseguró que por el momento “no hay riesgo de desabastecimiento”, el gobierno municipal optó por aplicar restricciones preventivas con el objetivo de anticiparse. “Este volumen no significa necesidad de implementar estado de alerta, pero sí es preciso tomar algunas medidas”, explicó el regidor en un audio remitido a los medios de comunicación.

Las medidas incluyen la prohibición de baldeos y la reducción de los riegos al “mínimo necesario”. Además, se cerrarán las duchas de las playas y las fuentes ornamentales que no utilicen circuito cerrado. También se prohíbe el lavado de coches fuera de centros autorizados y el llenado de piscinas.

El alcalde hizo un llamamiento a la “responsabilidad” individual y recomendó un uso “razonable y responsable” del agua, con consejos prácticos como cerrar los grifos cuando no se estén utilizando o optar por duchas en lugar de baños. “Debemos adoptar medidas de sentido común”, insistió.

Caballero recordó que en 2023 el Concello elaboró un plan de acción ante sequías, pendiente aún de aprobación por parte de la Xunta. En este contexto, solicitó a los municipios que también se abastecen del embalse de Eiras: Soutomaior, Redondela, O Porriño, Mos, Cangas, Moaña, Gondomar y Nigrán, que adopten restricciones similares. “No puede ser que un ayuntamiento tome medidas y los otros no las tomen”, afirmó.

Todo esto después de que el pasado mes de junio tan solo se registraron 17 litros por metro cuadrado de lluvia en la estación meteorológica del aeropuerto de Vigo frente a los 61 de la media histórica para este mes. Se trata de la cifra más baja de la última década. En julio tan solo se recogieron 13 litros, cuando la media es de unos 40. Todo lo contrario a la situación del año pasado, con el julio más lluvioso en casi una década.

Caballero reclama construir una nueva presa

Caballero atribuyó la situación a la limitada capacidad del embalse de Eiras y criticó la falta de inversión por parte de la Xunta. Aseguró que el Ayuntamiento planteó hace años la construcción de una nueva presa aguas arriba y acusó al Gobierno gallego de “no haber dado ni un solo paso” para ampliar la capacidad de captación.

“Esta restricción la culpa la tiene la Xunta por no actuar ya como teníamos que haber actuado”, afirmó. También reprochó que la potabilizadora que abastece la comarca fue financiada por el Concello y no por la Administración autonómica.

Desde la Xunta, la Consellería de Medio Ambiente valoró positivamente que Vigo adopte medidas preventivas, aunque rechazó las acusaciones del alcalde. En un comunicado, el departamento autonómico respondió que ofreció en varias ocasiones un convenio para que el Concello asumiera la explotación de Eiras, sin éxito, y sugirió que los municipios conectados al abastecimiento desde este embalse deberían organizarse en una mancomunidad.

Covelo, Pazos de Borbén, A Guarda, Baiona y Redondela actúan para evitar la sequía

Aunque la situación del embalse de Eiras continúa siendo favorable, algunos Concellos ya han tomado algunas precauciones para evitar el derroche de los recursos hídricos.

Las medidas más severas están en el Concello de Covelo. En la localidad se ha prohibido regar huertas, viñedos, jardines o fincas así como llenar piscina. Además, se limitó el consumo máximo diario de agua por vivienda y el posible incumplimiento de estas medidas puede acarrear multas entre 50 y 500 euros.

La Xunta, a través de la Oficina Técnica da Seca, decretó esta semana en Baiona medidas equivalentes a un escenario de prealerta de sequía, aunque sin declarar oficialmente este estado. El gobierno autonómico recomendó la reducción de usos municipales no esenciales de agua, como el baldeo de calles. Jesús Vázquez Almuíña, explicó que este año ya se adelantaron con la retirada del agua de las duchas de las playas como medida preventiva.

El Concello de A Guarda lanzó un aviso a la población para que no usen el agua para el relleno de piscinas y para el riego de jardines. Como medida preventiva, el gobierno local también cortó el agua de las duchas de las playas.

En Pazos de Borbén se detectó en los últimos días un incremento de consumo en Mosteiro, por lo que el Concello recomendó el control del agua en las viviendas.

Finalmente, en Redondela, aunque el Concello no decretó ninguna medida, el gobierno local tiene constancia de algunas restricciones en comunidades de agua particulares y permanecen en contacto con ellas por si en algún momento necesitan suministro de agua.

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