El cementerio de Alcabre prepara un plan para eliminar barreras

La gestora del camposanto asegura que está elaborando un proyecto de actuaciones en 2025, en respuesta a la petición de accesibilidad para personas con movilidad reducida

Publicado: 30 oct 2024 - 07:00 Actualizado: 30 oct 2024 - 10:11

Las escaleras en el cementerio de Alcabre son un obstáculo para personas en sillas de ruedas.
Las escaleras en el cementerio de Alcabre son un obstáculo para personas en sillas de ruedas.

La lucha de una viguesa por conseguir del cementerio de Alcabre un lugar accesible al que poder llevar a su madre, de 91 años y en silla de ruedas, obtuvo ayer respuesta por parte de la empresa gestora. Desde Geslumem aseguraron a este periódico que están elaborando un Plan de Actuaciones 2025 en el cementerio parroquial de Alcabre para la eliminación de barreras arquitectónicas y mejoras en infraestructuras.

En dicho proyecto iría incluida la colocación de rampas o en todo caso la eliminación de escalones no solo en ambas entradas sino de las propias escaleras que dividen las distintas zonas del cementerio. No obstante, esta actuación está contemplada para el año próximo con lo que en la inminente festividad del Día de Todos los Santos las visitas a Alcabre seguirán teniendo problemas para las personas con movilidad reducida, la mayoría de ellas mayores, a menos que se ponga en marcha una solución provisional.

Mariló hizo pública esta situación después de un año solicitando la colocación de una rampa y de dirigirse a la empresa y remitirle tanto la legislación como la respuesta obtenida del Concello.

Según explicaba, solo había obtenido silencio, si bien en la parroquia se le comentó a su hermana que no había presupuesto suficiente, ya que se acababa de instalar un baño en el cementerio. Dicho baño está adaptado por el acceso, tamaño y composición del mismo, aunque todavía le faltan las barras.

El temor precisamente de los vecinos de Alcabre es que durante el 1 de noviembre hubiera personas mayores que se quedaran sin visitar a sus difuntos. La propia Mariló relataba cómo no podía llevar a su madre al cementerio siempre que ella lo solicitaba porque “requiero la ayuda de una o más personas para levantar la silla y poder solventar el escalón de entrada”.

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