Las causas de trata de mujeres se desinflan en los juzgados de Vigo

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha elevado la pena impuesta a dos acusados de tres delitos de trata con fines de explotación sexual que fueron condenados únicamente por favorecimiento de inmigración clandestina. Ambos se encargaron del traslado de las mujeres, inmigrantes, de forma irregular hasta un club en Meis, vía Vigo, donde ejercían la prostitución. El alto tribunal entiende que el delito cometido se realizó con ánimo de lucro y sube de los ocho a once los meses de cárcel, una pena mucho menor a la que se enfrentaban inicialmente ya que quedaron absueltos en ambas instancias de los delitos de trata de seres humanos.

La reciente sentencia especifica que no quedó acreditado que se hubiera empleado la violencia, intimidación, engaño o abusando de una situación de superioridad o de necesidad o vulnerabilidad de la víctima ni tampoco en que fueran engañadas sobre la actividad que iban a realizar.

Como en este caso, las investigaciones abiertas en los juzgados y que fueron llevadas a cabo tras operativos policiales parecen derivar como mucho en explotación coactiva y como poco en favorecimiento de la inmigración clandestina, mientras el delito de trata se queda en el aire.

En la actualidad son tres las causas con cuatro testigos protegidas que llevan desde el pasado año instruyéndose en los juzgados vigueses, una contra clubes de alterne y otras dos en chalés de lujo y pisos.

Vigo llegó a tener hasta veinte investigaciones abiertas en Fiscalía hace menos de una década por delitos contra la explotación sexual de mujeres, sin embargo, estas redes cada vez actúan menos de forma presencial y más en internet. Así lo aseguró Cruz Roja con motivo el pasado 30 de julio del Día Mundial contra la Trata, algo en lo que coincide la Rede Galega contra la Trata.

Lo corrobora asimismo la abogada penalista y responsable de Faraxa, quien afirma que “este tipo de delitos empieza a ser masivos en webs” y, aunque también se mantiene el negocio tradicional, este es menor. “Los empresarios que se han dedicado a estos negocios habitualmente siguen haciéndolo”, asegura, mientras incide en que “en internet estos delitos son mucho más difícil de perseguir y los riesgos a los que se enfrentan son mucho menores". Reconoce que es “muy complicado llegar a una condena de trata” pero “se hace el camino al andar y siempre es mejor una primera condena menor que ninguna en estos casos”.