Cartas y postales mantienen operativos 73 buzones en Vigo

Repartidos por toda la ciudad, todavía se utilizan para enviar postales y felicitaciones e información de empresas a clientes

Una usuaria, utilizando uno de los buzones amarillos de Correos repartidos por la ciudad.
Una usuaria, utilizando uno de los buzones amarillos de Correos repartidos por la ciudad. | Vicente Alonso

Pese a que el correo electrónico y las aplicaciones de móvil de mensajería instantánea como whatsapp han tenido un gran impacto en el descenso de la correspondencia tradicional, el envío de cartas manuscritas no solo no ha desaparecido sino que mantiene operativos en la ciudad hasta 73 buzones amarillos de Correos

Estos depósitos, que se han convertido en todo símbolo, sobreviven por toda España desde hace más de 200 años. “Es uno de los métodos más fiables para mantener la privacidad”, explica una trabajadora del servicio de recogida, quien afirma que, lo que más se envía son postales, felicitaciones y correo de empresas que todavía utilizan este método para dirigirse a sus clientes. Pero también, en los buzones se echan las tradicionales cartas de toda la vida. “Yo lo uso mucho”, explica un usuario. Vecino de López Mora, asegura preferir esta forma de comunicarse con su familia y amigos y agradece “que haya uno cercano porque me facilita los envíos”. 

Este buzón, situado en la confluencia con la calle Ourense, “tiene bastante trasiego”. Lo confirman desde el establecimiento situado justo enfrente, donde reconocen con sorpresa su uso, “sí que hay gente que lo utiliza, más de lo que podría parecer y de todas las edades, no solo gente mayor”, explican. 

En Camelias con Romil, otra usuaria también indica que “todavía escribo cartas a mi familia que está fuera y me gusta recibirlas”. Añade que igualmente, utiliza el buzón para la correspondencia con alguna empresa de suministros de agua y luz. Sí critica que “los buzones estén todos pintados”, afirma, mientras asegura que “estaría bien que los cuidaran un poco más”. Quizá la falsa creencia de que los buzones se han convertido en un mero objeto nostálgico u ornamental, les convierte en objeto del vandalismo y es difícil encontrar alguno que no haya sido víctima de los grafitis o incluso de pegada de anuncios y carteles, a pesar de estar totalmente operativos.

Desde Correos explican cómo en su web cuentan con la información y mapa satélite de todos los buzones instalados en la ciudad que funcionan como cualquier oficina. Los únicos que ya no están operativos son las famosas cabezas de león que presiden la oficina principal en Plaza de Compostela, pero que se conservan como un símbolo, el que aporta este animal, de “valor y mejor guardián de la correspondencia depositada”. 

Los buzones amarillos, algunos con mayor actividad como los situados en Hispanidad o Torrecedeira, permiten depositar la correspondencia las 24 horas del día, aunque su horario de límite de recogida es de lunes a viernes a las 13:00 horas. 

Hay quienes los utilizan para enviar postales-recuerdo de su paso por Vigo, una afición que se mantiene entre turistas y viajeros, más allá de las fotografías enviadas por whatsapp. 

No obstante, la correspondencia tradicional ha evolucionado, sostiene Correos, que afirma que las cartas han ido cediendo terreno a la paquetería. Esta nueva realidad ha obligado a la empresa postal a adaptarse a las nuevas necesidades del aumento del comercio electrónico, con la instalación de los buzones Citypaq, que permiten a los ciudadanos recibir y devolver paquetes desde estos dispositivos.

Junto a estos y los tradicionales amarillos también se encuentran los verdes o azules, llamados “buzones de alcance”. En ellos, cada mañana, el personal de distribución los llena con correspondencia destinada a las viviendas de cada zona y que recogen los carteros de ese barrio para ir más ligeros en el reparto.

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