Camelias castiga a sus negocios: van ocho cierres desde el verano

La Avenida das Camelias lo pone difícil para los negocios. Sobre todo, en su tramo desde la Plaza del 8 de Marzo hasta el Ayuntamiento. Un paseo por el kilómetro y medio de recorrido que separa la Plaza de la Independencia y la Plaza del Bicentenario es encontrarse locales vacíos, carteles de ‘se alquila’ o, los que todavía siguen en pie, reclamos de rebajas y descuentos especiales. Desde junio del año pasado, al menos hasta ocho locales han bajado la persiana de forma definitiva. La mayoría, por cierre de la empresa, aunque otros han decidido trasladar su sede a otra parte de Vigo por dificultades con el pago de un alquiler excesivo, problemas con la ubicación o el mal acondicionamiento de los espacios. 

Desde peluquerías, lavanderías o tiendas de música, la ‘huida’ de Camelias es notoria, igual que otra céntrica calle como la Rúa Elduayen. En su recorrido se pueden contabilizar una veintena de locales comerciales vacíos, algunos desde hace varios años y sin visos de cambio. Musical Vigo, que lleva desde el año 1998 en el cruce entre Camelias y Romil, cambia de ubicación con destino la Plaza Elíptica por falta de espacio. “Conseguimos un local más grande, más moderno y con rampas para subir instrumentos pesados en su entrada”, apuntaron desde su gerencia. Su negocio, más específico que otros, puso sortear la ‘maldición’ económica de la céntrica calle: “El negocio iba bien. No es como si fuese una zapatería, que necesita ser zona de paso”. 

Otro establecimiento que hizo su mudanza de Camelias, ahora en calle Barcelona, fue la tienda de patinetes eléctricos Ekologik. En este caso, el tema económico está presente. “Entre el alquiler y una plaza de garaje, el coste se iba a los mil euros y aparcar para los trabajadores era muy complejo”, indicaron desde la empresa. La idea para dinamizar la zona, muy frecuentada por vecinos de avanzada edad, es atraer a la gente joven y “crear un parking en su entorno. Que la gente pueda aparcar y acudir a las compras por la calle”. Ambos negocios coincidieron en que la edad media de los vecinos que allí residen es elevada, y eso puede perjudicar a que algunos negocios no salgan adelante. 

Otros, en cambio, aguantan el tirón tras su apertura reciente. La tienda Remates.es apenas lleva unos meses abiertos pero desde su irrupción, han sabido mantenerse a corto plazo y fidelizar clientes. “Con el boom de los paquetes sorpresa hemos ido atrayendo gente, pero ahora hay más compras de elementos de escaparate”, apuntaron dos trabajadoras. La especialización ayuda a asentarse en la calle y a salvarse de la quema, pero no por ello se garantiza continuar si no se hacen las cosas bien: “No sabemos qué pasará, pero hemos fidelizado clientes como para que el negocio vaya bien. Quien sabe lo que pasará más adelante”. 

Las cuentas no salen: se pierden ocho establecimientos desde el verano y tan solo se ganan tres. La mencionada tienda de paquetes y elementos del hogar, una frutería y un local 24 hogar con máquinas expendedoras y sin ningún trabajador presente. Aunque una arriesgada apuesta comercial puede conllevar beneficios extra. Para ello, la cantidad de establecimientos vacíos puestos a la venta o alquiler.