Un café solo para gatos en Vigo

"Aquí los reyes del lugar son los gatos", explica Yaiza Alén, que junto con su socia Carla Monzón abrieron en Vigo “Ailuro” (gato en griego), el primer CatCafé de Galicia. El local está adaptado completamente a los felinos que viven en él y la actividad gira siempre alrededor de estos peludos. El objetivo no es solo que los clientes se puedan tomar una consumición mientras disfrutan de la compañía de estos animales, como sucede en Japón o Taiwan, donde aparecieron por primera vez estos establecimientos, la idea principal es “fomentar las adopciones y que encuentren un hogar”. Algo que parece que están consiguiendo, porque en algo más de un año que llevan abiertas ya han encontrado familia cerca de una veintena de mininos. 

Las dos socias están muy contentas con los resultados conseguidos hasta la fecha. El local, situado en la Provincial (Emilio Pardo Bazán, 34), era una antigua cafetería “que ha sido adaptada por completo”, comenta Yaiza. Así, la barra se encuentra cerrada para evitar que los gatos puedan acceder a este espacio, mientras que el resto combina las mesas y los rascadores, árboles felinos y los elementos a diferentes niveles que les permiten trepar y buscar las alturas. También cuenta con una terraza cubeirta en la que los peludos toman el sol y espían el exterior. 

Entrar a tomar algo en el CatCafe requiere una serie de normas que deben cumplirse para evitar molestar a los verdaderos protagonistas del local. La entrada al local supone el pago de 5 euros, en los que va incluida la primera bebida, ya que el resto del dinero está destinado a la manutención y gastos veterinarios de los peludos. Todas las normas y horarios se encuentran en su web www.ailurocatcafe.com.

Otra de las condiciones es que los niños menores de 6 años no pueden acceder y hasta los 14 años, deben ir acompañados por un adulto por menor. Tampoco se debe interactuar con los gatos sin el consentimiento de estos y, claro está, no molestarlos cuando duermen. Las voces, los ruidos estridentes, el uso del flash no está permitido, ya que el gato es un animal con un oído y vista muy sensibles. Además, la música que se puede escuchar aquí está especialmente indicada para ellos. 

La acogida que ha tenido este proyecto innovador ha sido “muy buena. Estamos demostrando que Vigo es una ciudad con mucha gente gatuna y animalista”, comenta con una gran sonrisa Yaiza. El secreto del éxito creen que está en haber apostado por las adopciones y que el gato sea el verdadero protagonista.

Los felinos de Ailuro proceden de asociaciones del área de Vigo. Una de ellas es la viguesa Gatiños de Rúa, que les llevan algunos de sus animales “tras haber pasado por su filtro, ya que aquí llegan gatos aptos para ser adoptados”. Entre estos afortunados estaban “Ron” y “Perla”, que perdieron a su dueña y que pese a la edad, y en el caso del macho con algún achaque, encontraron sus nuevas familias. “Es muy gratificante ver como casos así se pueden resolver y que se van con la persona indicada”.