Caen los bautizos en la diócesis Tui-Vigo con un 10% menos en 4 años

La diócesis de Tui-Vigo pierde en seguidores, pero gana en presencia social. Según los datos del informe de transparencia del obispado, el número de bautizos, que indican los ingresos en la comunidad católica, fue en 2023 de 1.118, lo que significa una pérdida de 110 con respecto a 2019. Después de la pandemia se experimentó el mayor descenso, con 1.148, correspondiendo con la época de restricciones sociales, sin embargo, la tasa no se recuperó con la vuelta a la normalidad.

Lo mismo sucedió con el resto de los sacramentos, que con respecto a los registros anteriores se redujeron en 51 primeras comuniones (1.175 en 2023), 53 confirmaciones (499 en 2023) y 25 matrimonios (213 en 2023).

En cuanto a la actividad pastoral también descendió el número de todos los representantes de la iglesia: con la pérdida de siete sacerdotes, 24 religiosos, una monja de clausura y dos seminaristas mayores. En el otro lado de la balanza están catequistas con 88 nuevos formadores. Así, la asignación para la retribución del clero disminuyó 709.000 euros con relación a 2022. En contrapartida, aumentó la cantidad destinada a salarios y seguridad social del personal seglar, casi 200.000 euros más.

Los dieciocho colegios concertados sufrieron la bajada de la natalidad con 543 alumnos menos que el curso pasado, por lo que cuentan con 20 profesores menos. Justifica la reducción de los fondos para centros de formación, quedando solo en el 0,10%, unos 12.000 euros.

Una lectura más positiva resulta de su presencia activa en la sociedad. En los últimos años, el mayor esfuerzo de la Diócesis de Tui-Vigo se centró en la labor asistencial y en la actividad evangelizadora, destacando el aumento de misioneros en cuatro años que pasaron de cuatro a 22 de 2023. Desde Tui-Vigo se participó en diez proyectos de cooperación internacional, con 18 voluntarios en Manos Unidas.

En solo un año pasaron por los 76 centros asistenciales, trece más que en el periodo anterior, 4.993 personas, 330 más que en 2022. Se reforzaron las dotaciones para mitigar la pobreza, pasando de 48 a 54 y atendiendo a más de 3.000 usuarios; también las casas de ancianos, con 956 internos en los once lugares y en los centros de menores, que con una residencia más, acogió a 172 tutelados, más del doble que un año antes. Se mantienen en cifras similares los casos de rehabilitación de drogodependientes, las acciones pro-vida, las víctimas de violencia machista y las iniciativas para promover el trabajo. Con todo descendió el número de voluntarios de Cáritas, cerca de una veintena menos, 461.

Tanto las acciones pastorales como las asistenciales asumen cerca de un cuarto del presupuesto total de la Diócesis, un 24,03%, unos 2,9 millones, que con todo supone un descenso de los fondos en cerca de 600.000 euros.

Los fieles dan más

Según la cuenta de resultados, la Diócesis contó con un presupuesto de cerca de 11,9 millones de euros. La aportación de los fieles, a través de colectas, asignaciones ou suscripciones, se mantiene como la principal fuente de ingresos, el 36,01% (cerca de 4,4 millones), aunque descendió más de cuatro puntos porcentuales con respecto a 2022 (unos 418.000 euros menos). En consecuencia aumentó la asignación tributaria (el Fondo Común Interdiocesano), a un 28,66% (3,47 millones, más de 627.000 euros).

Las ganancias a través del patrimonio es la partida que más aumenta. Mientras en 2020 tan solo representaba el 4,72% de los ingresos con 452.201 euros, dos años después ya era el 7,17% casi duplicando las cifras, 851.875 euros y el año pasado mantuvo la tendencia al alza, llegando al 11,30% de la facturación con 1,36 millones de euros.

Los pagos por servicios, las subvenciones públicas u otros ingresos diocesanos suman la tercera vía más cuantiosa de saldos positivos, el 22,14%, cerca de 2,7 millones.