La Diócesis se mantiene en comuniones: bajan bodas y bautizos

La institución religiosa celebra el día mundial de la Iglesia con la recuperación tras el covid y un superávit en sus cuentas del año 2021 de más de un millón de euros

Publicado: 06 nov 2022 - 02:31 Actualizado: 06 nov 2022 - 02:32

Misa celebrada por un párroco en la Concatedral de Vigo.
Misa celebrada por un párroco en la Concatedral de Vigo.

Menos de una boda al día y más comuniones que bautizos. La diócesis Tui-Vigo celebra hoy el día de la Iglesia diocesana mostrando las cuentas anuales del año 2021, en las que arrojan un superávit económico de más de un millón de euros (10.163.673,29 euros de ingresos frente a 8.745.428,55 euros de gasto), pero también pone de manifiesto el descenso de las bodas realizadas por el método católico, en favor de las civiles. Tan sólo 177 parejas se han unido en santo matrimonio y hasta que la muerte los separe, un dato que indica menos de una boda al día (y casi en dos días) en todo el área que comprende la diócesis, desde Tui hasta Vigo.

Las comuniones siguen siendo una tradición en las familias viguesas, con un total de 1.379 celebraciones, aunque el paso de la confirmación sólo lo han dado 629 jóvenes. La baja natalidad afecta al número de niños bautizados, con 1.273, siendo un número más bajo que el de comuniones celebradas.

En la actividad pastoral, destaca la gran ayuda de los catequistas. Los voluntarios para guiar y ayudar a los niños inmersos en la consecución de la primera comunión son un total de 529. La diócesis también cuenta, en sus 276 parroquias, con 183 sacerdotes y 172 religiosas y religiosos para sus actos.

Con 17 centros religiosos concentrados en su área, ofrece una educación a más de 7.500 jóvenes alumnos a través de sus 410 docentes. Muchos de esos lugares de enseñanza se encuentran en Vigo, que aglutina la mayor parte de ese número. A mayores, su actividad evangelizadora arroja un total de 20 misiones repartidas por el mundo.

Su actividad caritativa concentra varios centros de ayuda al necesitado, con seis escuelas para promover el trabajo, con 725 personas atendidas. Sin embargo, la gran actividad está en los 41 centros de pobreza que tiene la diócesis en su área. Las colaboraciones en esos lugares, a través de voluntarios para labores tan diversas como el reparto de alimentos, atención a personas mayores o la ayuda a la integración extranjera aglutina más de 20.000 personas. También destaca el centro de atención para la rehabilitación de drogodependientes o los tres programas activos de protección a la mujer víctima de violencia de género.

En cuanto a las finanzas, la diócesis consiguió ingresos por aportaciones directas de sus fieles por valor de tres millones de euros. Similar cuantía obutvo por la asignación tributaria mientras que en patrimonio (alquiler de terrenos) consiguió un beneficio de 473.000 euros.

En gastos, las aportaciones pastorales consumieron la mayor parte de la liquidez (casi el 40%), llegando a los tres millones y medio de euros. La conservación de edificios y su mantenimiento, con más de 2 millones, representa el 26%, mientras que la retribución del clero no sobrepasa los dos millones de euros.

Jesús Martínez Carracedo: “La situación de la Iglesia no es rica, pero estamos tranquilos”

Jesús Martínez Carracedo, además de párroco del Sagrado Corazón de Jesús, es el vicario episcopal para asuntos económicos.

En el aspecto puramente económico, ¿Cómo se encuentra la iglesia actualmente?

Digamos que la situación no es rica, pero estamos tranquilos en estos momentos. Cubrimos los gastos corrientes y, salvo alguna parroquia que ha tenido algún gasto excepcional como, por ejemplo, una reparación de los techos, no han tenido problemas en salir adelante. Hemos tenido menos gastos en 2021 por el covid, pero vamos poco a poco recuperando la actividad pastoral e intentamos que los pocos recursos que tenemos los gestionemos de la forma más eficiente. Nuestro futuro pasa por tener la atención de los pueblos, con sus celebraciones vigentes. Se cierran supermercados, tiendas, peluquerías, pero nunca verás que las iglesias se vean clausuradas en los pueblos de nuestra diócesis. Son las que sobreviven a las crisis.

Actualmente se atienden a más de 20.000 personas en riesgo de pobreza, con labores solidarias.

La pobreza no tiene porque ser miseria, por ello esos números tan elevados. En mi parroquia, en Rosalía de Castro, tenemos un ropero y distribuimos alimentación a los necesitados. Ya sólo ahí atendemos a unas 500 o 600 personas.

Los matrimonios bajan drásticamente ¿Es un número preocupante?

Viene dado por dos factores. El covid retrasó mucho las ceremonias nupciales y seguro que el número aumentará para las cuentas del 2022. Pero no podemos obviar que los matrimonios están cayendo, incluso los que se oficializan civilmente. Tal vez porque sienten menos la fe, o porque a los jóvenes de hoy en día les cuesta comprometerse.

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