Bunbury, licenciado entre vigueses

Terminada la primera canción se dirigió al público. “Vigo un lugar maravilloso para tocar” fue la frase que despegó a sus fans de los asientos. Y un gran aplauso para el exvocalista de la legendaria banda Héroes de Silencio.

Guitarra en mano, Bunbury recorría el escenario con un baile muy personal y unos gritos que cualquiera diría que hace sólo unos días suspendió dos conciertos en España por causa de una faringitis aguda. Eso sí, se ayudaba de sorbos de agua.

Con su séptimo álbum en solitario, Bunbury rindió homenaje al cancionero hispanoamericano con versiones de temas que aprendió en las propias cantinas de Latinoamérica.“Son canciones revolucionarias y esperanzadas, que espero toquen a algún corazón por ahí”, dijo.

Sus fans le gritaron, le corearon y le siguieron fielmente con los temas más que aprendidos, pese a que el último disco lleva apenas un mes en el mercado.

El concierto de Vigo es el único que el artista ofrecerá en Galicia en la gira española que inició la semana pasada en Sevilla -Valencia y Almería fueron cancelados-. Fans de todas las edades y de distintos puntos de la geografía gallega, de otras comunidades -León y Salamanca- y de Portugal se acercaron a Beiramar para disfrutar de la actuación y los que se quedaron sin entradas -las más de 1.400 que se pusieron a la venta están agotadas desde hace más de un mes- se agolparon a la entrada del auditorio por si quedaba alguna. Suerte tuvo Marina, una joven de Foz que logró una en el último momento y pudo entrar a ver su ídolo. Es Enrique Bunbury, el hombre amado por muchos y odiado por otros tantos, el de la chulería rockera que ayer triunfó en Vigo, “ciudad en la que estoy muy contento de estar después de muchos años”, dijo.n