Bouzas puso fin al Entroido con el entierro de Rincha y Rinchiña

La puerta del “cementerio” estaba en el muelle de embarcaciones tradicionales, donde los vecinos “lloraron” el fin de la fiesta

La Rincha, con sus porteadores, camino del entierro en la villa de Bouzas.
La Rincha, con sus porteadores, camino del entierro en la villa de Bouzas. | Jorge Santomé

La Asociación Cultural Vila de Bouzas pusó ayer punto y final a las fiestas del Entroido, que se prolongaron durante ocho días, con el tradicional entierro de la Rincha, también conocida como caballa. 

El buen tiempo se alió con la fiesta ayer por la tarde y permitió que todo el vecindario pudiese despedir por todo lo alto esta cita con la tradición.

El velatorio comenzó pasadas las cinco de la tarde en la Alameda Suárez Llanos, con la participación de la batucada Lenha Verde, y media hora después comenzó la comitiva del entierro que recorrió varias calles del casco histórico para terminar en la playa de Adro. Allí fue donde se produjo la lectura de su testamento satírico y reinvindicativo. Finalmente, los vecinos acompañaron a la Rincha, que portaban adultos, y a la Rinchina, llevada a hombros por niños y niñas del barrio. Fueron en procesión hasta el muelle de embarcaciones tradicionales, donde ambos peces emprendieron viaje mar adentro.

El entierro de la “sardina” de los Carnavales de Bouzas se traslada del Miércoles de Ceniza al domingo para no coincidir con el de la ciudad.

Contenido patrocinado

stats