Las bodas vuelven a repuntar en Vigo frente a las rupturas, tras años en picado
El número de parejas viguesas que se dan el ‘sí quiero’ supera por primera vez el millar desde el año 2017
Los vigueses vuelven a optar por oficializar sus relación sentimental mediante el matrimonio. Las bodas, que comenzaron a caer en picado en el año 2016 han logrado recuperarse superando el millar, en concreto 1.015 en 2024 algo que no ocurría desde ocho años atrás. Así lo confirma en cifras el Instituto Galego de Estatística.
La tendencia comenzó a cambiar tras el año del covid, cuando debido a la pandemia se llegó a tocar fondo en el número de enlaces. En aquel 2020 solo 590 parejas se dieron el ‘sí quiero’, casi las mismas que se divorciaron, 560. La referencia, en 2021, también fue muy baja, con mínimos casi históricos. Las bodas, tanto civiles como por la iglesia, apenas llegaban a las 900 anuales, cuando llegaron a superar el millar en sus años de máximo apogeo (1.089 en 2016).
Y, mientras los matrimonios repuntan, la estadística de demandas de separación y divorcio del Consejo General del Poder Judicial reflejan una tendencia contraria, al menos en el último año del que hay registros comparativos entre enlaces y rupturas, 2024, cuando la cifra de disoluciones bajó a los 645, frente a más 700 el año anterior, una cifra que, por otro lado fue récord por encima incluso de las 678 de 2016.
El aumento de las bodas agranda distancias frente a separaciones y divorcios. Todavía no se llega a duplicar la cifra de matrimonios frente a las rupturas pero de mantenerse las tendencias, podría ocurrir en los próximos años.
La situación económica y el incremento de parejas de hecho se postulan como las razones que han influido directamente en que durante años hubiera menos matrimonios que hace una década. Ya en 2021, cuando se registraron no solo mínimos de bodas sino también de divorcios y separaciones, una de cada tres rupturas, según las estadísticas judiciales, eran de parejas que no estaban casadas.
Otro cambio en los últimos veinte años ha sido el repunte de matrimonios civiles frente a eclesiásticos. Desde 2022, las bodas por la iglesia apenas suponen más del 11% de los enlaces que se oficializan por el juzgado o concello, si bien también se experimentó ya en el último año un importante incremento de más del 30%, aunque todavía insuficiente para situarse en los niveles de principios de siglo.
Del aumento de los ‘sí quiero’ dan fe desde el Registro Civil de Vigo, que en temporada alta se ve obligado a ampliar la agenda de dos a tres días para oficializar matrimonios y poder dar salida a la demanda, desde mayo o junio hasta octubre, si bien tienen bodas prácticamente durante todo el año.
Por otra parte, el abanico de enclaves para poder celebrar una boda no eclesiástica también supone un nuevo atractivo para parejas que optan por dar este paso de forma gratuita. Los juzgados cuentan con una nueva ubicación en el Casco Vello y, aunque la sala es más pequeña, se aleja del entorno judicial de la calle Lalín encuadrándose en pleno centro. Mientras, el Concello ofrece la Pinacoteca, además del Pazo Quiñones de León, uno de los más solicitados.
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