Los nutricionistas de Vigo ganan la batalla a la obesidad

Sanidad

La obesidad y el sobrepeso son sus principales caballos de batalla, pero se ocupan también de otras dolencias en consultas que se llenan desde que comenzaron su tarea

La obesidad se considera una epidemia, por lo que el Sergas definió un plan de acción con varios frentes.
La obesidad se considera una epidemia, por lo que el Sergas definió un plan de acción con varios frentes.

Los dietistas-nutrionistas de los centros de salud del área viguesa son la gran avanzadilla en el control de la obesidad, el sobrepeso, la diabetes de tipo 2 y otras patologías como hipertensión o colesterol, con logros importantes como el hecho de que muchos pacientes han podido reducir la medicación que tomaban o incluso eliminarla por decisión del médico, además de “aprender a comer”.

Llevan dos años en el sistema y se han convertido en una pieza importante en el engranaje de Atención Primaria, aunque no la única porque comparten equipo con fisioterapeutas, enfermeras y otros sanitarios a la hora de desplegar una función preventiva y de educación sanitaria que estaba poco desarrollada hasta ahora.

Vigo cuenta con 16 nutricionistas que abarcan todos los centros de salud del área. Trabajan en equipo, no solo al principio para elaborar el protocolo en consulta sino también para comentar casos difíciles y compartir experiencias.

Los pacientes que reciben son derivados por otros profesionales. Los endocrinos del hospital, con los que mantienen una colaboración estrecha, y dentro del centro de salud es a propuesta del médico de familia, pediatra, enfermera, matrona y odondólogos. Por su consulta pasan 18 pacientes al día, a los que pueden dedicar entre 15 o 20 minutos. Aunque el 90% de su atención se centra en la obesidad y en pacientes con sobrepeso que tengan problemas asociados, también atienden a personas con insuficiencia renal crónica, problemas digestivos, riesgo de desnutrición y otros.

También desplegaron una importante labor comunitaria al principio, con charlas, talleres o andainas a los que se sumaron numerosos pacientes.

Carlota Muñoz: “Hay que dejar de pesarse, se trata de aprender a comer”

“Los pacientes están muy contentos, porque esta figura no existía en el Sergas y ahora tienen un seguimiento mayor. Procuro citarlos una vez al mes para saber si van bien o si hay que cambiar alguna cosa”, explica Carlota, la nutricionista del centro de salud Rosalía Castro y de Coruxo. “Una cosa que digo mucho en consulta es que hay que dejar de pesarse, no deja de ser un número que cambiar por muchas circunstancias”. Según explica, lo importante es “aprender a comer”, centrarse en la reeducación alimentaria, sobre todo las personas que acaban de ser diagnosticadas y que no saben por donde empezar. “Hay mitos muy arraigados que tenemos que desmontar, como por ejemplo que un diabético no puede comer plátano o uvas”. En su primer año ofreció múltiples charlas en colegios y asociaciones sobre alimentación saludable, etiquetado, entre otras muchas.

Nicolás Piedrafita: “La gente nos valora mucho, antes solo tenían la privada”

“No trabajamos con dietas restrictivas, sino con la idea de mejorar muchos hábitos. La gente valora mucho tener acceso a nuestras consultas, porque hasta ahora la única vía para ellos era acudir a la privada y no todo el mundo se lo puede permitir”. Nicolás se ocupa de los centros de salud de Navia, Bouzas, A Guarda, así como de Oia y Rosal. En sus consultas predominan la obesidad y el sobrepeso en adultos pero también en niños, “es preocupante porque predispone para tener muchas patologías cuando sean mayores”. Hace incluso seguimiento de pacientes que se sometieron a una cirugía bariátrica y les deriva el endocrino tras pasar el año de revisión en el hospital. También organizó talleres para público general, para pacientes diabéticos y un sinfín de charlas en colegios para alumnos o familias. “La actividad grupal es muy interesante, resuelven muchas dudas”.

Yaiza Ferreño: "Con la prevención quitamos carga de trabajo a los médicos”

“Lo más importante de nuestra figura es la prevención. Las consultas de medicina y enfermería están llenas de personas con colesterol, triglicéridos, hipertensión, obesidad por sedentarismo y malos hábitos. Nosotros podemos prevenirlo y quitarles carga de trabajo. Hacemos un trabajo multidisciplinar junto con el resto de sanitarios”. Yaiza trabaja en el centro de salud de Moaña. Señala que mucha gente desconoce lo que puede aportar un nutricionista. “No sabemos solo de alimentación y no se trata de decirle a alguien que coma pollo a la plancha con brócoli, tenemos conocimientos para saber qué recomendar en cada patología, cómo detectar las necesidades de la persona y cómo motivarla para que consiga cambiar sus hábitos”. Añade que “como cualquier sanitario estamos en contante formación”. Dio numerosas charlas en colegios y centros de día.

Son una de las armas contra la obesidad

Una de cada cuatro personas padecen obesidad en Galicia, el 24,8% de la población. Además, se calcula que la mitad de los gallegos tienen sobrepeso. Esta acumulación excesiva de grasa es una enfermedad metabólica, pero además es un factor de riesgo importante para el desarrollo de múltiples enfermedades. La Consellería de Sanidade desarrolló una estrategia para combatir la obesidad y precisamente una de las medidas había sido la incorporación por primera vez de nutricionistas en los centros de salud.

Estos profesionales conocen las claves de la alimentación saludable, lo que se debe comer (diversificar y no prohibir alimentos salvo casos excepcionales es una de las claves), en qué cantidad y en qué momentos del día, pero también saben adecuar la dieta a las patologías de los pacientes, tratan de eliminar las relaciones tóxicas con la alimentación, dan con la clave de la motivación para lograr que cambien de hábitos y enseñan a leer las etiquetas de los alimentos para saber por ejemplo dónde está el azúcar oculto.

Parte de su trabajo se centra también en desterrar falsas creencias. Su objetivo es conseguir que la gente “aprenda a comer" y que no viva pendiente todo el día de la báscula “porque el problema de la obesidad no es el peso sino la grasa”. A los más jóvenes les invitan a no fijarse mucho en las redes sociales, donde “salen cosas que no son reales”. Muchos pacientes que acuden a su consulta piensan que en casa van a tener que hacer dos comidas, una para ellos y otra para el resto de la familia, pero les dicen que no, que la comida que les recomiendan a ellos es beneficiosa para todos.

Por otro lado, muchos pacientes se sorprenden porque el nutricionista no les juzga ni les riñe, sino que les mima, porque tienen una visión de la enfermedad más compleja y consideran que los pacientes deben sentirse escuchados, atendidos y acompañados, aunque fracasen, para poder conseguir un cambio de hábitos. Los nutricionistas del área de Vigo crearon un grupo para intercambiar conocimientos.

Mayte Rey: “La pastilla será un fracaso si no tienes buenos hábitos"

En su consulta predominan los pacientes con obesidad, diabetes tipo 2, pacientes con riesgo cardiovascular por diversas causas y algunos con intolerancias digestivas y bajo peso. “Hacemos sobre todo prevención de la enfermedad cardiovascular, la mayor causa de muerte y patología en el sistema sanitario, y lo hacemos con una consulta personalizada”, explica. Mayte señala que “por mucho que a un paciente le den una pastilla para el colesterol o la diabetes, si luego ese paciente no tiene buenos hábitos va a ser un fracaso”. El nutricionista se ocupa de hacer una valoración nutricional de los hábitos y patologías de cada paciente concreto, le ofrece recomendaciones, le acompaña y sobre todo se ocupa de motivarle para que se convierta en gestor de su propia salud. “Tratamos de mejorar su salud y hacemos prevención de los trastornos de conducta alimentaria". Por otro lado, asegura que están teniendo mucha demanda porque era un servicio gratuito que hasta ahora solo existía en centros privados, donde además el perfil de usuarios es distinto porque en estos últimos la gente acude más por motivos estéticos que de salud. En su caso también ofreció charlas en el centro de salud, acompañando al fisioterapeuta, y también en colegios. La actividad comunitaria se paró este año porque la Consellería quería organizarlo mejor.

Jaime Juncal: “Creamos grupos para tratar la ansiedad con la comida"

Trabaja en el centro de salud de Redondela donde los pacientes recibieron su consulta con “una especie de ya era hora”. Hasta ese momento, “decir nutrición era decir endocrino”, un servicio con muy buenos profesionales pero con una gran carga de trabajo. “Nosotros atendemos desde el punto de vista nutricional a pacientes (algunos tienen que pasar por el endocrino y otros no) al lado de su casa”. Tuvieron también muy buena acogida por parte del resto de profesionales sanitarios, con los que se comentan los casos y se organizan sesiones clínicas sobre la ansiedad en la comida, la diabetes y otros temas. Más del 90% de los pacientes son casos de obesidad y sobrepeso con patologías asociadas, y reconoce que hay bastante niños en consulta. Tiene pacientes a los que el médico rebajó la medicación para la diabetes, el colesterol o la hipertensión porque mejoraron. Una de las ventajas que señala es que tienen más tiempo que otros profesionales para atender a los pacientes y les permite crear un vínculo que facilita la motivación. En cuanto a la actividad comunitaria, creó grupos de pacientes con ansiedad por la comida, que va por su cuarta edición y que incluye 16 sesiones. “Hay que abrir la mirada, más allá del carbohidrato o la proteína, y ver en qué andan para ir todo el rato a la nevera”.

Celso Abella: “Los hidratos de carbono nos ayudan a bajar de peso"

“Durante este tiempo me di cuenta de que la gente no sabe alimentarse y de que tiene muchas dudas. Es verdad que las redes sociales e internet son una herramienta para trasladar conocimientos pero también generan mucha confusión y falsas creencias”, señala. Un ejemplo es el mito de que los hidratos de carbono son malos porque engordan, cuando “es todo lo contrario, son necesarios para que el metabolismo esté equilibrado y también para que nos ayude a bajar de peso”. Explica que todos los nutrientes son necesarios porque todos cumplen una función en el organismo. “Otra cosa es que abuses de ellos, pero de forma normal y equilibrada nos ayuda a bajar de peso y nos aporta ese toque de energía que necesitamos para hacer cosas o incluso para ir al gimnasio”. Atiende sobre todo obesidad y sobrepeso, pero también diabetes, insuficiencia renal, problemas de intestino y trastornos de la conducta alimentaria no solo en adolescentes sino en adultos a los que anima a dar el paso de ir al psicólogo o al psiquiatra. En su centro de salud organizó charlas, pero también andainas con pacientes en colaboración con otros sanitarios. Estas andainas se mantienen todos los jueves por caminos y senderos próximos al centro de salud y al que se suman unas 15 personas.n

Son 16 en el área de Vigo, con contrato hasta marzo

Los 94 nutricionistas que trabajan en los centros de salud de toda Galicia terminaban su contrato en diciembre de este año, tras cumplir dos años de servicio en el Sergas, en una primera etapa con fondos europeos y después con presupuesto autonómico porque la Xunta consideró que eran “una figura clave” en Primaria.

El pasado día 7 de noviembre se produjeron noticias sobre su futuro en una Mesa Sectorial celebrada en Santiago, en la que la Consellería de Sanidade informó a los sindicatos que tiene previsto renovar los contratos de los nutricionistas hasta el 28 de febrero de 2025 y a partir del 1 de marzo ofrecerán 45 puestos como vacantes que se cubrirán con interinidades a través de la lista de contratación. Esto implicaría que el área sanitaria de Vigo pasaría de los 16 nutricionistas actuales a un total de 9. Sin embargo, no hay nada definitivo, porque se habla de la posibilidad de realizar otro tipo de contrato a los nutricionistas que quedan fuera, pero no hay confirmación oficial sobre si está previsto mantener los 94 que trabajan en la actualidad o rebajar su cifra a 75. En este último caso, el área de Vigo pasaría a tener 14, en lugar de 16 nutricionistas.

Contenido patrocinado

stats