La Avenida de Madrid comienza su transformación en vial urbano

“Va a dejar de ser una autovía y se va a convertir en una gran avenida”, así definió Abel Caballero el objetivo de las obras que comenzaron para humanizar la Avenida de Madrid y convertir la principal entrada y salida de Vigo en un espacio más acorde al ámbito urbano.

El alcalde participó en el acto simbólico de colocación de la primera piedra que marca el inicio de las obras de reforma, nueve años después de la firma del primer convenio con el Gobierno para llevar a cabo esta actuación. Finalmente ya es una realidad, adjudicada por un presupuesto de 13,5 millones de euros a las empresas Oreco y Covsa. El Gobierno asume el 70% de la inversión y el Concello el 30% restante.

Durante su intervención ante los medios, Caballero aseguró que el proyecto acordado hace casi una década con una inversión prevista de 10 millones “me pareció insatisfactorio, pero era lo que había, dejarla como estaba o hacer una reforma insuficiente y aceptamos”. Más adelante, señaló que con el cambio de Gobierno “todo se transformó, pasamos a 17 millones de gasto y el Gobierno aportó el proyecto, que fue otro medio millón”. A pesar de todo, la obra tardó años en comenzar tras la llegada a la presidencia de Pedro Sánchez. “También habíamos iniciado toda la transformación de Vialia, y por en medio las rampas de Gran Vía, y no podíamos hacer entonces esta obra, tuvimos que esperar”, afirmó el regidor.

Caballero lamentó la actual situación de la Avenida de Madrid, llegando a asegurar que las vallas que separan los distintos carriles hacen que “parezca que estamos entrando en un campo de concentración”. El regidor señaló que como muchos vigueses, circular por este vial fue para él una necesidad durante muchos años por su actividad primero como político en Madrid, después como profesor en la Universidad de Vigo o simplemente para visitar a su familia en Ponteareas. Con esta reforma, avanza un lavado de cara total que cuyo resultado final asegura que se comparará con otras calles como la Gran Vía o Castelao.

Los trabajos supondrán la humanización de más de 2 kilómetros de la vía, entre la Plaza de España hasta la zona del Alcampo. Su objetivo es mejorar la seguridad viaria y la movilidad peatonal, con mayores aceras y más pasos de cebra para los ciudadanos. El proyecto no solo incluye la renovación del firme, sino la ampliación de las aceras, la mejora de la iluminación, la eliminación de las vallas de metal y las medianeras de hormigón, así como la reordenación de varias intersecciones.

En el acto también estuvieron presentes los tenientes de alcalde Carmela Silva y Javier Pardo, la concejala Nuria Rodríguez y el delegado del Gobierno, Pedro Blanco.

Las afecciones al tráfico comenzarán a notarse en junio

Según aseguró ayer el alcalde a preguntas de los medios, la afectación al tráfico comenzará a finales de junio o a principios de julio. Eso sí, apostilló que en las horas punta habrá dos carriles funcionando en cada sentido, lo cual hará que los trabajos se prolonguen durante 20 meses según las previsiones municipales, por debajo de lo que recoge el proyecto de la obra, que prevé una cronología más próxima a los tres años.

En este documento se apunta que los trabajos comenzarán bajo tierra, con las tuberías de agua y saneamiento que cruzan la avenida en puntos como las proximidades de la calle Loureiro o la zona cercana al río Lagares. Estas intervenciones, que requieren excavaciones, se realizarán principalmente de noche para minimizar molestias al tráfico. Posteriormente, comenzarían los cambios en superficie, primero retirando las vallas en las tercianas y posteriormente renovando las aceras. La fase final concluirá con la renovación completa del pavimento por el que circularán los vehículos.

“Será más permeable, la gente podrá cruzar tranquilamente”

Abel Caballero aseguró ayer que una de las claves de esta reforma, además de embellecer el vial será favorecer la movilidad en esta avenida, tanto de vehículos como peatonal. En este sentido, aseguró que “será más permeable, la gente tiene que poder cruzar tranquilamente” en una avenida urbana.

Para ello, la obra contempla crear 5 nuevos pasos peatonales a lo largo del recorrido. Al mismo tiempo, se aumentará la superficie total de las aceras, pasando de 9.000 metros cuadrados a más de 13.000, pero procurando que esto no suponga una afectación al tráfico rodado. Además, del diseño de nuevas zonas verdes contempla plantar más de 240 árboles y 2.100 plantas.

En cuanto a los vehículos, se buscará mejorar la circulación reformulando tres intersecciones, las de San Roque, A Raposeira y la de Emilia Pardo Bazán y la Estrada do Vilar, dos vías ahora mismo no conectadas entre sí, pero que serán más accesibles al retirar las vallas an las tercianas. Una vez finalizados los trabajos, el Ministerio de Transportes cederá la titularidad de este tramo del vial al Concello para su gestión.