El aumento de alijos de droga en Vigo encarece su destrucción
Más de 15 toneladas de cocaína intervenidas en cinco años en investigaciones viguesas fueron incineradas en una de las plantas industriales con acuerdos con Interior
La lucha contra el narcotráfico en Vigo, que se ha acelerado con la puesta en marcha de las rutas marítimas con Sudamérica, ha incrementado el número de alijos de cocaína intervenidos en los últimos años. En 2023, la aprehensión de más de siete toneladas de esta droga que llegó al puerto vigués y fue interceptada en una nave de Cambre, rompió todas las estadísticas, hasta el punto de situar a Galicia ese año en los primeros puestos de España en aprehensiones.
Pese a que el dinero que dejaron de ingresar las mafias en el mercado negro fue millonario, el aumento de alijos intervenidos también encarece los gastos de la Administración para su destrucción. Los últimos datos del Ministerio de Interior sobre intervenciones de droga en 2024, hecho público este mismo mes de julio, reflejan un descenso en los decomisos en Vigo y provincia respecto al año anterior, algo lógico teniendo en cuenta que nunca antes se había interceptado tal cantidad de cocaína en Galicia como la referida en la nave de Cambre. En total, durante el año pasado se aprehendieron 1,6 toneladas en la provincia, de las que 1,4 fueron en el puerto vigués.
Desde que en 2012 se produjeran sendos robos, uno en un almacén de Aduanas en Huelva, en plena Nochevieja, de donde sustrajeron una tonelada de hachís y otro en la Subdelegación de Cádiz de 300 kilos de cocaína, hubo cambios en los protocolos de actuación para agilizar la destrucción de la droga.
Ahora, “por motivos de seguridad no es posible información sobre la ubicación de los lugares de almacenamiento y destrucción”, explican desde Interior, donde sí confirman que en el caso de la cocaína esta se incinera en los hornos con los que la Administración tiene acuerdos". Esta operación supone un coste. La última oferta pública de Interior fijaba la tonelada de cocaína en 990 euros, mientras que en el caso de la marihuana, 150 euros.
El protocolo suscrito hace más de una década establecía un periodo de dos meses para destruir la droga intervenida. Según fuentes del TSXG, la ley establece que “podrá decretarse la destrucción de los efectos judiciales, dejando muestras suficientes, cuando resulte necesario o por el peligro real o potencial que comporte su almacenamiento o custodia”. Esto significa que no hay que esperar a que haya una resolución del juzgado para incinerar la cocaína, manteniendo una muestra para poder realizar los análisis, que será destruida con posterioridad. En los últimos cino años se calcula que más de 15 toneladas de esta droga intervenida en operaciones desde la ciudad ya fueron incineradas.
En la actualidad, los distintos cuerpos implicados en la lucha contra el narcotráfico custodian la droga hasta su traslado para la destrucción, que se realiza mediante vehículos de transporte con altas medidas de seguridad, explican desde la Agencia Tributaria.
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