Aumentan en Vigo un 30% los casos de desobediencia y engaño a la Justicia

Cada vez son más los vigueses que se sientan en un banquillo por intentar engañar a la Justicia o esquivar sus dictámenes, enfrentándose incluso a penas de cárcel. Durante el año 2019, los juzgados de lo Penal tramitaron para juicio un total de 114 asuntos por delitos contra la Administración de Justicia, aquellos en los que se trató de obstaculizar o impedir el normal funcionamiento judicial.

La cifra superó en un 30% a la del año anterior, cuando fueron juzgadas 79 personas por causas similares. Los principales motivos tuvieron que ver con la simulación de delitos, los falsos testimonios o el quebrantamiento de condenas.

La interposición de denuncias falsas para cobrar las indemnizaciones de los seguros tuvo un repunte especialmente notable este año. La Policía advertía de un aumento de casos en los que el denunciante aseguraba que habían accedido a su vivienda para intentar que las compañías les pagaran un cambio de cerradura o el arreglo de la puerta. Situaciones añadidas a las del supuesto robo de móvil para conseguir una nueva terminal sin tener que afrontar el pago. Esta clase de picaresca puede llegar a ser grave por la atribución de dos delitos, además de la simulación de una infracción penal, la de estafa o fraude al seguro.

El incumplimiento de las decisiones judiciales conforman otro importante porcentaje de las infracciones contra la Administración de Justicia. La mayoría se deben al incumplimiento de órdenes de alejamiento en casos de violencia de género o prohibición de comunicación con las víctimas. De hecho, los quebrantamientos de condena llegan a situarse en las primeras causas de juicio sólo por detrás de las lesiones y los robos.

Mentir en un juicio como testigo para cubrir a un amigo, principalmente en vistas de tráfico, obstaculizar un proceso o tomarse la justicia por su mano (realización arbitraria del propio derecho) conforman también los delitos contra la Administración de Justicia.