El atasco de los juzgados de Vigo se acentúa con el incremento de pleitos

Los juzgados de Vigo finalizaron el verano con un aumento de asuntos por resolver respecto al mismo periodo del año pasado. Los últimos datos del Consejo General del Poder Judicial correspondientes al tercer trimestre del año reflejan que hubo más pleitos que en 2022, a pesar del paulatino descenso desde principios de año. Con las cifras oficiales sobre la mesa, lo cierto es que los órganos vigueses arrastran más de 18.000 litigios pendientes, frente a los menos de 15.000 que había hasta octubre del ejercicio anterior.

Esta situación hizo que la tasa de congestión, el cociente entre asuntos pendientes, registrados y resueltos, se incrementara de 2,50 hasta octubre de 2022 a 2,70. A pesar de esta subida, los juzgados de Vigo salvan los muebles, ya que esa tasa se sitúa un punto por debajo de la media nacional, (3,75), en parte por el nivel de resolución que roza el límite para considerar que se da salida a más causas de las que se ingresan.

Y, aunque sigue habiendo cierta mejora respecto a años atrás, cuando los pleitos pendientes superaron los 20.000, las cifras pinchan en algunas jurisdicciones como Primera Instancia. Los juzgados de lo civil llegan a una tasa de congestión de 4,25, y mantienen en 13.000 los casos en cola.

La situación es mucho más grave en los partidos judiciales del área. El de Vigo, que incluye a Gondomar, Baiona y Nigrán, pese a los casos pendientes, llega al último trimestre del año con tasas más razonables que Redondela, Porriño, Ponteareas o Tui.

El partido judicial de Redondela, al que pertenecen Fornelos, Pazos de Borbén y Soutomaior, finalizó el tercer trimestre del año con una congestión de 4,29, la más alta del área y con una pendencia de 3,29, lo que significa que requeriría más de tres años al mismo ritmo de resolución (el más bajo de los del área) y sin ingresar ningún pleito nuevo para sanear los juzgados.

Porriño (Mos, y Salceda de Caselas) también supera la media nacional en cuanto a tasa de congestión, con más de 1.691 sentencias sin ejecutar. Por su parte, los de Tui (A Guarda, Oia, Rosal, Tomiño) son los que presentan los mejores valores en relación pleitos pendientes, registrados y resueltos, pero las causas de instrucción y violencia de género son las que más atasco sufren.

El tercer trimestre terminó en Ponteareas (Arbo, A Cañiza, Covelo, Crecente, Mondariz, Mondariz-Balneario, As Neves y Salvaterra) con 2.125 litigios en espera de tener respuesta judicial y con una tasa de resolución más baja que el resto de partidos judiciales, pero también en congestión, algo más baja que la media nacional.

La situación de estos partidos judiciales del área se complican además al albergar instrucciones complejas, cuya respuesta puede ralentizarse más de la cuenta por los asuntos pendientes, como ocurre en Porriño, por ejemplo, encargado del crimen del Pozo o el de Judith, la joven viguesa hallada muerta en As Gándaras, así como Tui, al que recayó el asesinato machista en Oia o la reapertura del caso Déborah.

Casi 16.000 sentencias sin ejecutar, la mayoría civiles

El trabajo que se le acumula a los jueces vigueses, por el aumento de pleitos, afecta directamente a las sentencias. La estadística del Consejo General del Poder Judicial cifra al finalizar el tercer trimestre del año en 15.759 los fallos judiciales pendientes, un millar más que en el mismo periodo de 2022. La gran mayoría unas 15.100 corresponden a pleitos civiles, en los que se engloban las reclamaciones de cantidades o por las llamadas “tarjetas revolving” entre otras materias, también las últimas cláusulas suelo, por ejemplo. Siguen siendo así los juzgados de Primera Instancia los que más asuntos ingresan y los que más cola acumulan a pesar de haberse creado este año un órgano más en esta jurisdicción, el 16. La mayor tasa de congestión no obstante, incluso por encima de Primera Instancia, se situó hasta octubre en la parte civil de Violencia de Género.