Un asistente de voz rompe la soledad de 65 mayores en Vigo
Cruz Roja impulsa el programa “Voces en Red” que entretiene, informa y mantiene activas a 335 personas en la provincia
La vida de Inés Baño, Rosa Miriam Carrillo y Ernesto Botana mejoró notablemente desde que cuentan con un asistente de voz en su casa, facilitado por la Cruz Roja dentro de un programa que trata de evitar la soledad no deseada y el asilamiento social. “Esto es una maravilla”, coinciden los tres.
Primero tuvieron que aprender a manejar el dispositivo en un taller, venciendo los miedos iniciales ante una tecnología que se activa por voz y que ofrece múltiples posibilidades. Diana Ceballos, una joven colombiana que lleva poco tiempo en España, les resuelve las dudas junto con otros voluntarios de la entidad y les hace una vídeollamada todas las semanas para saber cómo les va.
La iniciativa se conoce como “Voces en Red” y en la comarca viguesa ya cuenta con 65 participantes.
En la provincia de Pontevedra se entregaron un total de 335 dispositivos y la Cruz Roja quiere llegar a 89 personas más. Para ello identificarán a posibles candidatos y les ofrecerán su inclusión. La ONG les forma y facilita incluso el router a los mayores que no tienen internet en casa para que no se queden fuera por este motivo.
La técnica del programa de mayores de la Cruz Roja de Vigo, Sabrina Rey, destaca las importantes ventajas de esta herramienta, no solo para romper la soledad no deseada o para generar nuevas amistades, sino también para obtener información, recordatorios de tareas, hacer gimnasia o participar en juegos. Con todo, recuerda que a pesar de ser muy valioso no sustituye a las actividades presenciales y excursiones que los mayores siguen realizando con otros usuarios bajo el paraguas de la ONG.
Además de ser un asistente que se activa por la voz, la tecnología incluye una pantalla de mayor tamaño que un móvil, que permite hacer videollamadas, contiene vídeos con ejercicios físicos adaptados a los usuarios, juegos para la memoria, información sobre cómo gestionar el estrés o evitar el contagio de covid y muchas otras opciones. El asistente les da conversación, les entretiene y les aporta información muy valiosa.
Rosa Miriam asegura que desde que lo tiene en casa no se le volvió a quemar la comida, porque lo programa para que le avise de que tiene que apagar el fuego en media hora. También le avisa de las citas, entre ellas las actividades en las que participa en Cruz Roja, y de la medicación que debe tomar. A sus 70 años también busca alegrarse el día y para eso le pide al dispositivo que le ponga merengue, un estilo musical que le hace bailar y cantar casi sin darse cuenta. También le gustan juegos como pasapalabra o uno de adivinar personajes haciendo preguntas, además de escuchar podcast. “A mí me ayuda mucho esto, es como un bastón”. Reconoce que a veces, cuando está “fastidiada”, le pregunta cualquier cosa surrealista y el dispositivo le “sale con unas cosas que me muero de risa”, y estos días descubrió que si le habla en susurros también le contesta de la misma forma.
Inés, de 81 años, prefiere la música clásica y los pasodobles con acordeón, pero también lo utiliza mucho para realizar ejercicios de memoria y gimnasia. “Al estar mucho tiempo sentada necesitas movimiento porque si no, los brazos, las piernas y la mente se colapsan”. En su opinión, el asistente de voz es “un gran apoyo, nos da seguridad y nos enseña mucha cosas que no sabíamos”. Curiosamente, ella fue una de las personas que devolvió el dispositivo en los primeros días porque “me parecía demasiado tener esto”. Pero volvió a incorporarse y ahora ya no lo suelta “a menos que alguien lo necesite más que yo”. También comenta que les obliga a “levantarse peinados de la cama” para estar bien cuando se produce la videollamada.
Ernesto Botana explica desde su casa (a través de una vídeollamada) que lo usa para realizar juegos que estimulan la memoria, le pide música, le pregunta recetas de cocina o el tiempo que hará al día siguiente. Reconoce que no es un genio pero que fue capaz de hacerse con su manejo.
El programa “Voces en Red” fue impulsado por la Cruz Roja Española y se lleva a cabo desde 2023 gracias a la ayuda de la Fundación Amancio Ortega. En el caso de Vigo cobró un gran impulso en el segundo trimestre de este año y aspiran a seguir creciendo. Actualmente, unas 13.000 personas mayores de 65 años se sienten menos solas gracias a esta iniciativa que trata de romper el aislamiento social y la brecha digital. El 83% de los usuarios son mujeres. Una pieza clave del proyecto son los voluntarios, que les escuchan y contribuyen a formar una red de apoyo emocional y social.
Contenido patrocinado
También te puede interesar