El arte de estudio se fuga del museo en Vigo
Cultura
Las colecciones acercan sus piezas al público en lugares poco habituales y más accesibles que las salas expositivas
Sorprende encontrar un Laxeiro de gran formato en un portal de la sede de Abanca o dos Colmeiro en los pasillos del Concello. Sin embargo, es habitual que las grandes colecciones públicas o de fundaciones salgan de sus museos y depósitos para acceder al público.
En el primer caso, “A Farsa” de Laxeiro es una réplica. Esta entidade suele exponer reproducciones en espacios públicos, y en muy contadas ocasiones son originales. Las piezas son creadas ad hoc para la ubicación que en las que se van a mostrar.
Sin embargo, las pinturas que se muestran en el Consistorio sí son auténticas. Además de las dos creaciones de Colmeiro, situadas en la entrada y en distinto estado de conservación, hay una veintena de obras fuera de los museos y distribuidas por distintas estancias municipales. Destacan varias serigrafías de Isaac Díaz Pardo, un óleo de María Formoso Prego, una serigrafía de Ventura Cores Transmont o un acrílico sobre lienzo de Ana Legido Soto.
También son originales las piezas que muestra Afundación de su colección en distintas estancias de su Centro Social. Forman parte de los fondos catalogados como Bien de Interés Cultural, junto a las aportadas por la colección de Abanca. En total, unas 5.000 obras que abarcan los últimos 200 años creativos del arte gallego.
Actualmente, se expone en Vigo “Simultáneas”, una selección de 60 pinturas, esculturas y fotografía, que coincide con otras seis en el resto de las sedes gallegas para conmemorar el décimo aniversario de la colección. Movilizaron 350 piezas que están visibles al público. A estas se suman en la sede viguesa diez obras situadas en las instalaciones.
En la recepción de la antigua Casa Bárcena (Policarpo Sanz, 24-26), da la bienvenida “Breogán”, una escultura de bronce de Cándido Pazos y un acrílico sobre lienzo de Germán Pintos de la serie “Estelas”. En la entreplanta se concentran el mayor número de obras. Así, en el acceso al jardín se encuentran las esculturas de Silverio Rivas, “Pensando en Stendhal”; “Figura y humo”, de Álvaro de la Vega y “Guerrero con puertas”, de Francisco Pazos. En el pasillo se exhibe “El coloso deitado”, de Leiro y “5 mans dereitas ou parábolas da firmeza”, también de Álvaro de la Vega. En el acceso al auditorio destaca la pieza en piedra y madera de Lluis Cera, “Madeja”.
Finalmente, las dos últimas obras de las que “presume” Afundación en su edificio central se sitúan en el primer piso: La talla de Luis Borrajo en madera de roble, “Sobre la curiosidad” está en el pasillo y una cerámica de Xabier Toubes, “Lozas”, en la planta central.
En la estación de tren de Guixar se encuentra “El temporal”, una talla de Francisco Leiro, que forma parte de la colección de arte contemporáneo de Renfe. Entre las plantas y las máquinas de billetes, tampoco ocupa un espacio habitual para este tipo de piezas.
También en un lugar de tránsito, aunque elegido en varias ocasiones como photocall, la Fundación Penzol muestra uno de los tesoros de la cartografía gallega, un mapa original de Domingo Fontán. Se encuentra en las escaleras de la Casa Galega da Cultura y llama la atención de todo el que sube o baja por ellas.
Todas estas piezas se unen al obra de arte urbana que acercan a los vigueses elementos exclusivos, propios de exponerse en los museos.
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