Los arquitectos hallan una mina de agua en Barrio do Cura
Las primeras investigaciones apuntan a que se trata de una construcción moderna y sin interés. Las obras continuarán
“Este es un lugar único en Vigo, porque quedó virgen, quizá por el convento próximo o porque había fincas que siempre se cultivaron, así que esperábamos encontrar cualquier cosa, pero de momento nada de valor”. Así se explicaba ayer Alfonso Penela, arquitecto y director de obra en la urbanización Barrio do Cura, quien dio por seguro que el hueco localizado en la excavación hace unos días, y que está todavía en investigación, no es sino una mina de agua reciente, quizá moderna o contemporánea.
“Vigo está llena de conducciones así, aprovechando la pendiente y esta que hemos descubierto tiene todas las características”, añadió. Aunque al tratarse de una zona de caución arqueológica es necesario un expediente ante Patrimonio Cultural y el Concello, lo que llevará una tramitación y papeleo. Mientras tanto, se ha parado la obra en dicho punto, pero según señaló Penela, continuará en el resto de la actuación, aunque después de Semana Santa. El arquitecto, autor de la reforma de la Xeral para Cidade da Xustiza o del Círculo Mercantil para sede del Real Club Celta, entre otras relevantes, apuntó la curiosa situación de Barrio do Cura y de la zona en cuestión donde trabajan en la actualidad, que será la prolongación de Torrecedeira, “una obra prevista en los años 50 y que tampoco se hizo, por eso todo está sin tocar, pero lamentablemente no hemos encontrado nada de valor”, sentencia.
En todo caso, habrá un informe arqueológico, pero Alfonso Penela asume que no habrá nada. “En Vigo hay muchos acuíferos y aquí ha aparecido uno”. Los trabajos de urbanización continuarán porque el calendario aprieta: las primeras entregas de viviendas tendrían que producirse dentro de dos años como máximo.
Tres bloques residenciales y una calle
Las obras avanzan en la construcción de la urbanización, que incluye la prolongación de la calle Torrecedeira hasta Pobladores, donde se levantarán tres bloques, ya autorizados con un total de 265 viviendas, de los que ya están reservados el 65 por ciento del total, con entrega estimada de los primeros dentro de dos años. Los tres bloques son Lúa, Estrela y Ardora. Para vivir en Lúa se exige un desembolso mínimo de 365.000 euros, en función de los dormitorios y posición. Estrela es todavía más exclusivo y sale desde 625.000 euros. En Ardora, su principal atractivo es su disposición lineal permite que la gran mayoría de sus viviendas miren a la Ría. Ahí los pisos más pequeños salen desde 285.000 euros.
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