“Aquí una matanza como la de Texas es casi imposible”

A diario, el teniente Félix Díaz Juan y su equipo de Intervención de Armas de la Guardia Civil de Pontevedra revisan todos los sucesos que se producen en la provincia con el objeto de controlar si los detenidos tenían licencia de armas porque “casi seguro que la perderán”. “En el momento en el que se produce un incidente, sobre todo si se trata de violencia de género, es importante retirar las armas al sospechoso cuanto antes y se le abre un expediente. Nuestra vigilancia es estricta”, explica el teniente Díaz, quien incide en que “con los malos tratos, aunque la mujer no quisiera continuar con la denuncia, nosotros analizamos igualmente los hechos ocurridos”

A diferencia de lo que ocurre en otros países, como EEUU, “aquí es inviable que un adolescente llegue a una tienda y compre dos armas automáticas”, como ocurrió recientemente en Texas. Explica que “aquí una matanza así es prácticamente imposible, no solo porque adquirir armas lleva una serie de requisitos estrictos sino porque nadie en este país puede comprar ametralladoras, por ejemplo, no las hay, no se venden”.

Sí hay acceso a escopetas, “pero al margen de determinadas situaciones que por desgracia pueden darse, las tenemos todas controladas. Sabemos a quién pertenecen y de hecho, cuando el dueño muere avisamos a las familias de que deben entregarla o hacerse cargo siempre que tengan licencia”. Aunque un menor con 16 años puede obtener una licencia, “siempre tiene que venir acompañado de su padre y justificar el uso, si es para cazar o para deporte”. Añade que incluso “tenemos muy en cuenta el estado de la persona que tiene el permiso, las familias nos llaman y nos informan de si por ejemplo está tomando medicación o tiene algún problema, entonces le derivamos al Sergas”.

Sobre el control de las armas clandestinas de venta en internet o de contrabando, el jefe del equipo de Intervención, señala que “todos los años realizamos operaciones”. “A diferencia de hace treinta años cuando era más sencillo el tráfico con Portugal, ahora ese país avanzó mucho y es muy difícil", explica mientras incide en que “se dan algunos casos en el ámbito de la delincuencia pero cada vez menos. Los incidentes con armas de fuego han descendido e incluso en atracos o robos descubrimos que se tratan de armas simuladas". Añade que “aquí es un delito llevarlas encima y hay normas incluso para cuando se va de caza. Deben llevarse siempre abiertas mientras no se tire”.

Solo el 20% de los crímenes en la última década, con armas de fuego

De la veintena de asesinatos y homicidios registrados en la última década en Vigo y su área, un 20% fueron cometidos con arma de fuego, tanto con escopeta como con pistolas, el resto se cometieron con armas blancas, un tipo de instrumento peligroso cuyo uso también se vigila por la Guardia Civil. “Cuando se realizan controles de seguridad, hay que justificar por qué se lleva un cuchillo o una navaja. No es lo mismo que lo lleve un trabajador que come fuera de casa por ejemplo a mediodía a que lo porte alguien de madrugada en un bolsillo en una zona de copas”, explica el teniente Díaz.

La mayoría de las muertes violentas con armas de fuego cortas eran portadas por individuos con antecedentes, como ocurrió con el conocido “pistolero” de Arealonga, que asesinó a un joven en la playa de Chapela a sangre fría, disparó a otro e intentó matar a dos policías cuando lo intentaron arrestar. También tenía una amplia trayectoria delictiva el atracador que mató de un disparo a la policía viguesa Vanessa Lage durante el asalto a un banco en el Calvario en 2014 o el que apretó el gatillo contra un guardia civil en A Cañiza.

El último asesinato con pistola, con dos víctimas, tuvo lugar en Soutomaior. El autor, que acaba de ser condenado a 40 años de cárcel, disparó a us hermana y su sobrina. Sobre la procedencia del arma, nada se sabe.

“Hay cada vez gente más joven y mujeres que piden licencias"

Respecto al perfil de la persona que solicita una licencia de armas, este ha ido cambiado. El responsable de Intervención de Armas asegura que “hemos detectado mucha gente joven y mujeres, algo que hasta ahora no ocurría”. A su juicio, en muchos de los casos estos permisos se solicitan para poder mantener las armas de padres o abuelos tras un fallecimiento. “Algunas familias no quieren desprenderse de la escopeta del abuelo, por ejemplo, como algo sentimental y para ello requieren una licencia de armas”, explica, al tiempo que añade que “también hay jóvenes deportistas o que quieren cazar como sus padres”.

INTERVENCIONES

La labor que realiza la Guardia Civil a través del Plan de Control de Armas de Fuego ha permitido realizar operaciones en la provincia prácticamente cada año desde los últimos cinco. Una de las más importantes fue la denominada “Iceberg” llevada a cabo en 2019 y que supuso la aprehensión de uno de los mayores arsenales de Galicia. Fue una vivienda en Ponteareas, donde además de 3.500 cargadores, se encontraron 84 armas, 10 de ellas de guerra.