Apamp impulsa una muestra de la “ciudad soñada” en Porta do Sol

Unas 500 personas participaron este año en una iniciativa que lleva arte a las calles, en este caso la construcción de maquetas de la “ciudad soñada” que ayer cientos de personas pudieron contemplar a lo largo de todo el día en Porta do Sol.

Se trata de la intervención artística urbana, impulsada por octavo año consecutivo por la asociación de familias y personas con parálisis cerebral (Apamp) y a la que se suman otros colectivos que también trabajan durante todo el año sobre la propuesta elegida. Ayer en la Porta do Sol se podía contemplar una muestra de las 40 maquetas de ciudades realizadas por otros tantos colectivos sociales, además de colegios y el centro penitenciario de A Lama que no falla nunca.

Al evento, que empezó a las once de la mañana y terminó a las ocho de la tarde, acudieron el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, junto con la concejala de Política Social, Yolanda Aguiar, la senadora Carmela Silva, la delegada de la Xunta, Ana Ortiz, o el concejal del BNG Xabier Pérez. También les acompañó la música, con la actuación de Su Garrido Pombo y la DJ Laila la que no baila.

El objetivo es concienciar a la población sobre la importancia de que las ciudades sean respetuosas con lo ecosistemas, reflexionar sobre cómo la acción humana puede afectar a la vida natural y también mentalizar sobre la necesidad de que los espacios sean accesibles e inclusivos.

Es el segundo año que este evento se celebraba en Porta do Sol, un espacio que consideran idóneo por la gran afluencia de gente y porque al ser peatonal es posible pararse a contemplar las obras y comentarlas. Así opina la directora gerente de Apamp, Conchi Somoza, quien subraya que Apamp quiere provocar un encuentro con la comunidad y disfrutar de las relaciones con otras personas a través del arte. La expresión artística es precisamente uno de los pilares de trabajo en Apamp, porque “el arte no tiene límites ni reglas establecidas, te puedes salir por los márgenes, y nosotros somos muy de salirnos a los márgenes o de estar en los márgenes en muchas ocasiones”.

Hubo maquetas de todo tipo, cada una con su visión de la ciudad, desde la ciudads inclusiva y accesible, a entornos más rurales y cercanos, y muchas otras propuestas.

Las personas de Apamp se desplazaron a algunos sitios para colaborar en los trabajos como a la cárcel de A Lama y a los colegios, mientras que otros colectivos lo hacen por su cuenta. Uno de los reclusos, Javier Pena, escribió una breve explicación de la maqueta, en la que apostaron por reducir la edificación para ampliar las zonas verdes y de ocio, y agradeció la oportunidad de conocer y compartir tiempo con los compañeros de Apamp.

Preguntada por la accesibilidad en Vigo, destacó su orografía llena de curvas y la cantidad de rampas y ascensores que se hicieron para salvar esos desniveles. “Los usamos todos, no solo las personas con movilidad reducida. No sé cómo hacíamos antes”. Pero en su opinión la accesibilidad no es solo la barrera física, sino la existencia de espacios que inviten a compartir y a estar con otras personas.