Un año y 8 meses por ahogar a la perrita de su ex

El Juzgado de lo Penal 3 de Vigo ha condenado a un año y ocho meses de prisión al hombre acusado de ahogar a la perrita de su expareja, a la que ahogó en el cubo de la fregona. El fallo, que le condena también a tres años y medio sin tener animales y a pagar 5.000 euros a la dueña, considera probado que sobre las 22,30 del 10 de junio de 2023, el procesado fue a recoger a su compañera sentimental a la salida del trabajo, iniciándose una discusión entre ambos que continuó cuando llegaron al domicilio de ella, en el que los dos convivían.

En un momento en el que la mujer se fue a su dormitorio, quedándose él en el salón, donde también estaba la perra Schnauzer, de 17 años, “con el fin de menoscabar la integridad física y la vida del animal, lo agarró manteniendo su cabeza sumergida en el agua del cubo de la fregona". En ese momento, fue sorprendido por su entonces pareja, quien sacó a la perra del agua y trató de reanimarla, mientras él le decía “un problema menos”. 

De esta forma, el fallo no otorga credibilidad a la versión del acusado, que durante el juicio negó su participación en los hechos. Aseguró que la perra intentó beber del cubo y por eso se cayó, que se metió dentro con medio cuerpo y la cabeza donde el escurridor, asegurando que se había quedado enganchada con el collar. Sin embargo, la sentencia califica dicha versión de carente de “toda coherencia y lógica atendiendo tanto al tamaño del animal (reconociendo tanto el acusado como los testigos que la cabeza de la perra sobrepasaba la altura del cubo), atendiendo al peso de la misma de unos 15 kilos, los que nos lleva a pensar que si el animal hubiese abordado el cubo por uno de los laterales, al intentar salir, el cubo hubiese volcado. Además, incide en que el testimonio ofrecido” resulta desvirtuada por el resto de la prueba". 

Así, señala cómo la dueña del animal relató cómo observó al acusado de rodillas enfrente del cubo que estaba en medio del salón, agarrando a la perra con los dos brazos y manteniendo su cabeza sumergida en el agua. Que fue ella la que la sacó del cubo, intentando reanimarla y afirmando que la perra no llevaba nunca collar.